ENTRE EL ESCÁNDALO Y LA NECESIDAD
Mientras Andrés Lillini, técnico de los Pumas, trabaja para consolidar a sus canteranos, el último refente auriazul, Alan Mozo, es separado del equipo por indisciplina
Cuando Andrés Lillini llegó a los Pumas en 2017 sólo tenía algo en mente: proyectar la cantera del club. Hoy, desde el banquillo del primer equipo, cumplir el objetivo se ha convertido en necesidad y se dificulta con golpes por indisciplinas como la de Alan Mozo.
Como director de Fuerzas Básicas, Lillini pulió jóvenes, consiguió un título Sub-17 y se familiarizó con juveniles que ahora en Primera División. El argentino fue contundente en su última conferencia tras el debut de Emanuel Montejano: “Aquí vamos a consolidar y no debutar por debutar”. Exigencia alta y tarea complicada que se dificulta con los casos de indisciplina.
En los últimos cinco años, los universitarios han tenido 19 debuts; sin embargo, la consolidación, uno de los objetivos de Lillini, sigue pendiente. De los mencionados, el jugador que más se ha mantenido y que hasta en el radar de Europa ha estado, es Alan Mozo, hoy separado del equipo por romper los protocolos sanitarios.
El futbolista, quien debutó
en 2017, es el referente de la cantera auriazul en los últimos años, pero los escándalos lo persiguen. Mozo fue visto en un restaurante de la Ciudad de México acompañado por varias
personas. Al igual que en agosto pasado, le costó una multa económica y la separación del equipo, por lo que no estará este día ante el Querétaro.
Jugadores como Santiago Palacios,
Byran Silva, Alejandro Zamudio, Adolfo Hernández, entre otros, son algunos nombres que han pasado de largo en el último lustro como universitarios. Según Miguel España, exfutbolista de los Pumas, “los canteranos deben respetar su carrera y ser profesionales dentro y fuera de la cancha. Las indisciplinas les pueden cobrar factura más adelante”, señaló, tras el video de Mozo. Lillini suma cinco debuts desde 2020, ahora, a consolidarlos en medio del escándalo.