italiana Esencialmente
Una de las marcas mejor asociadas a la deportividad y desempeño nació en Italia, así la historia...
Hay algo en la mentalidad italiana del diseño, impregnado de actitud dolce vita, que no puede igualar ningún otro origen nacional. Quizá sea por los siglos de arte desde Rómulo y Remo o tal vez por la natural asociación de autoafirmación natural de esta península, pero el arte y la industria van de la mano en Italia. Además de verse, este país se oye, y de qué forma, pues en Italia surgió el invento de los sistemas de radio, a cargo de Marconi.
Fue para atender a esta prometedora y nueva industria que inicia operaciones en 1926 la empresa Ducati, comenzando operaciones el fundador Antonio Cavalieri Ducati y sus tres hijos en el barrio Borgo Panigale, al noroeste de Boloña.
Condensadores, bulbos y otras partes para electrónica eran su gama de producto inicial, complementada posteriormente con cámaras, máquinas registradoras y binoculares, con lo que Ducati forja buena fama en Italia. Al llegar la guerra, como parte de la operación Aliada en la Segunda Guerra Mundial, la fábrica fue bombardeada reiteradamente, pero entre los daños siguieron produciendo.
Fue hasta 1946 que Ducati, buscando sobrevivir la crisis de posguerra comenzó la producción de motos, gracias a la proveeduría de un fabricante externo de motores, SIATA, de Aldo Farinelli, lanzando la Cucciolo, o cachorro, en la Feria de Milán. Era poco más que una bicicleta impulsada por una minúscula planta de poder adosada, e incluso contaba con pedales. En la Italia devastada de posguerra, con urgente necesidad de movilidad personal, la bicimoto
Ducati vendería más de 200 mil unidades de Cucciolo T1. Rápidamente lanzaron una versión T2, ya impulsada con motor de manufactura propia. En 1949 evolucionó la Cucciolo T3 para dar paso a la Ducati 60, propiamente la primera moto Ducati, con motor de 65 cc.
Las décadas de los cincuenta y sesenta se convertieron en épocas de grandes desarrollos para la marca, con lanzamientos en cascada de las legendarias “singles”, unidades monocilíndricas, que incluyeron a la 125 S M y la Grand Sport 125 Marianna.
La década de los setenta brindarían impulso a la marca italiana por la proliferación de productos japoneses en mercados europeo y americano. Además, la crisis de los combustibles haría que consumidores consideraran a la moto como opción práctica de movilidad y expresión personal, como muestra, la 750 Supersport Desmo de 1973.
Los ochenta verían un crecimiento en la cultura de la moto deportiva y la marca lanza en 1985 la legendaria 750 F1, de 80 caballos. Con los noventa y cambio de siglo Ducati se hace de múltiples trofeos en la SWC con seis y siete campeonatos consecutivos (91 al 96 y 98 al 2004), un total de 17 en esta categoría. A pesar del cambio de propietarios, los valores de la empresa no pierden el rumbo y la marca sigue siendo referente de velocidad en el mundo.
Desde 2012 el Grupo Volkswagen, a través de Audi incorpora a Ducati en su portafolio de marcas, dentro del abanico de Lamborghini, con lo que estas tres marcas refuerzan el aspecto deportivo para VAG.
La marca se perfila a su primer siglo como un referente en motos deportivas alrededor del mundo con un guiño a sus raíces, pues en esta época de pandemia su producto más vendido es el práctico scooter eléctrico PRO-I, un retorno a la base de esta marca: genialidad del diseño y movilidad con expresión personal.