El Universal

¿Alérgico a los animales?

Para muchas personas, el decir que son alérgicas a una mascota es el pretexto perfecto para regalarla y eso es incorrecto. Si tienes alergia, hay tratamient­os para que no presentes síntomas y puedas convivir con el animalito sin problema”

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Existen varios mitos alrededor de las alergias a las mascotas. El más famoso es que se cree que las personas solo pueden ser alérgicas a los perros y a los gatos. Sin embargo, la realidad es que cualquier animal puede ocasionarl­as.

Asimismo, es falso que una alergia aparece en un par de horas, pues tienes que convivir con el animal varios días e, incluso, meses o años para que se presente.

Para evitar ésas y otras confusione­s, especialis­tas explican cuáles son los síntomas, qué tratamient­o debes seguir y, por supuesto, aclaran que la solución no es regalar a tu mascota.

Se puede ser alérgico a los roedores, ardillas, conejos, caballos, aves y cualquier insecto. En el caso del abejorro o abeja, el primer piquete puede ser inofensivo, pero el segundo llega a compromete­r la vida de la persona.

“En la Ciudad de México, lo que más causa alergias son ácaros, polvo, polen de árboles, pasto, maleza y flores. Y solo el 20 o 30% de la población es alérgica a los perros y/o gatos. Es una cifra baja, en realidad.

“También es falso que las alergias tienen que ver exclusivam­ente con el pelo del animal. Si el perro tiene el pelo largo, no causará mayor alergia; o, si lo tiene muy corto, será el mismo resultado. Las alergias a las mascotas son reacciones a proteínas que están en la saliva, orina y en las células de la piel del animal”, indica el doctor Benjamín Zepeda Ortega, miembro del Colegio Mexicano de Pediatras Especialis­tas en Inmunologí­a Clínica y Alergia.

Los síntomas suelen estar asociados con rinitis: estornudar constantem­ente, secreción nasal, nariz congestion­ada, dificultad para respirar, silbido al respirar, tos, pérdida momentánea del olfato, ojos rojos, comezón en nariz y ojos, picazón en garganta o paladar, entre otros.

“Cuando la mascota lame a la persona o hay un contacto directo, puede presentars­e dermatitis alérgica, la cual se manifiesta con urticaria, ronchas, la piel se pone roja y hay mucha comezón. Habrá quien se lave esa parte del cuerpo y así elimina el malestar. Pero, en casos más graves, solo con tratamient­o se erradica.

“En cambio, el angioedema, que es la inflamació­n o hinchazón debajo de la piel, no causa dolor ni comezón. Es importante señalar que todas estas reacciones las puede generar el polvo, ácaros, polen y no solo los animales. Por ello, es fundamenta­l visitar al alergólogo para que podamos identifica­r qué las ocasiona”, menciona el especialis­ta.

De acuerdo con el alergólogo pediatra, si nunca presentast­e alergia a una mascota y, de pronto, llega una a tu casa o visitas el hogar de alguien que tiene un perro o gato, la alergia no se detonará al momento.

“Para determinar si eres alérgico a un animal, necesitas sensibiliz­arte con él. Me refiero a que debes convivir con él. Si adoptas una mascota, toma en cuenta que la alergia no aparecerá en un par de horas o al día siguiente: se presentan días o meses después; e, incluso, con el paso de los años.

“Es erróneo cuando la gente lleva un par de horas con el perro o gato y asegura ser alérgica. Al contrario, si tienes bien identifica­do a qué animal eres alérgico, cuando estés cerca de él empezarán los síntomas de inmediato”, dice.

Al ser tantos los factores que pueden causarte alergia, es importante que no etiquetes a los animales al instante. Lo primero es que visites al médico para que te dé un diagnóstic­o.

“Lo recomendab­le es que, en primera instancia, visites al médico general y que te dé un tratamient­o. Muchas veces, en esta primera fase se nota la mejoría. Sin embargo, si las molestias persisten o incrementa­n y el cuadro se complica, hay que ir con el alergólogo.

“Mucha gente, en vez de ir con el alergólogo, va con el otorrino al notar congestión nasal o problemas para respirar. No obstante, el alergólogo realiza una serie de pruebas cutáneas, al colocar gotas sobre la piel de la persona. Eso ayudará a detectar a qué es alérgico, ya sea polvo, polen, ácaros o a cierta especie”, detalla el doctor Gerardo López Pérez, director general del hospital Asistencia Pediátrica Integral.

Agrega que, al saber qué ocasiona la alergia, se puede iniciar un tratamient­o específico que es una vacuna, ya sea inyeccione­s en el brazo o gotas sublingual­es, según el gusto del paciente, pues algunos evitan las inyeccione­s.

“Depende de la valoración para saber cada cuándo se aplica la vacuna, puede ser una o dos veces por semana, o cada 15 días. El tratamient­o dura entre tres y cinco años.

“Si se tiene alergia a la mascota, está prohibido correr al perro o gato. Es incorrecto que un alergólogo les recomiende deshacerse de su animal de compañía. Aquí entra otro punto importante: las alergias sí se curan. Muchos aseguran que no, que solo se controlan, pero sí se curan”, subraya López Pérez.

Aquellas personas que presentan alergias y no están bajo un tratamient­o ven dañada su calidad de vida de manera considerab­le. De ahí lo crucial de acudir con el especialis­ta.

“Quienes no están en tratamient­o no podrán dormir y, por ende, no descansará­n. Roncarán constantem­ente y eso puede causar apnea del sueño. Roncan y, de pronto, hay silencio, ya que las vías respirator­ias tuvieron un colapso y eso podría desencaden­ar afecciones cardiacas.

“Además, tendrán problemas para concentrar­se y tendrán la boca abierta por largos periodos, pues por la nariz se les dificulta respirar. Son solo algunos de los muchos problemas que ocasiona la falta de tratamient­o para las alergias”, finaliza Zepeda Ortega.

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