Despierta América molesta el sueño de Alejandra Guzmán
No es Por Intrigar pero... Alejandra Guzmán
se prepara para grandes festejos de sus 30 años de trayectoria profesional.
La pandemia no ha sido impedimento para que sucedan cosas en su carrera.
Lo mismo participó como juez en La voz, de Telemundo, que regresó a la actuación en la segunda temporada de la serie de Netflix El juego de las llaves. Tenía lista una gira y un disco conmemorativo que cuentan que hasta título tenían. “3 décadas” se llamaría, pero la emergencia sanitaria ocasionó que todo se aplazara.
La estrategia se modificó, pues además “La reina de corazones” cambió de mánager.
La mejor parte fue el lanzamiento de la rola “El lado oscuro”, el cual ya superó el millón de reproducciones en plataformas digitales, a menos de 10 días de su salida a la luz.
La controversia y el escándalo forman parte de la explosiva cotidianidad de la hija de Silvia Pinal.
El distanciamiento con su hija Frida Sofía ha sido motivo de miles de líneas de texto en revistas, y cientos de minutos de micrófonos y cámaras, en programas de contenido sensacionalista, pero lo sucedido el viernes en Despierta América se brincó todos los límites de la libertad de expresión.
Invitaron a Frida a promocionar su nuevo tema musical. Estando ahí en vivo y sin avisarle, la producción comandada por Luz María Doria, trató de conectar con Alejandra, para capturar en “exclusiva” el reencuentro de madre e hija.
Hecho con verdad hubiera sido una gran primicia, pero jugando “sucio” y con engaños perdió todo valor periodístico. La mañosa acción distó mucho de la tan sobada “empatía” que la productora del mencionado matutino tanto alardea en sus libros de “autoayuda”.
En versión de la oficina de la Guzmán, la engañaron. Y también alguien de su oficina, no le cuidó la espalda correctamente a la cantante.
Alejandra vive un episodio de Covid, por lo que duerme con dificultad y en la madrugada concilió el sueño. Para cuando la buscaron para enlazarla con Frida, ella dormía.
Al no poderlo lograr, a través de su mánager “a escondidas”, marcaron directo del celular de su hija, al móvil de la rockera, quien sorprendida respondió a la esperada llamada.
Con “trampas” obtuvieron un momento único, pero les ganó la indolencia, seducida por una audiencia duplicada.
Frida y su madre ya tenían meses reintentando una nueva cercanía, fuera de cámaras.
El forzado circo involuntario rompió la fragilidad de una relación en construcción. Lograron que lo ganado volviera a perderse.
Momentos como esos denigran el ejercicio periodístico y marcan al gremio.
Las imperfecciones familiares tienen remedio, en cambio el desperestigio de un medio de comunicación es irreversible. Lástima por Univisión, que arriesga su ética profesional, tan irresponsablemente. Pregunta de la semana pasada: ¿Nombre de la actriz, quien podría ser la protagonista de la nueva telenovela de la productora Rossy Ocampo?
Respuesta: Maite Perroni. Pregunta de la semana:
¿Nombre la cantante sudamericana que colabora con Ricky
Martin y Maluma, para estrenar en verano?
Con trampas y engaño, la producción del programa de Univisión trató de obtener la “primicia” del reencuentro entre la cantante y su hija Frida Sofía