EL NARCOENLACE DE CARO QUINTERO
El hondureño Juan Ramón Matta Ballesteros logró unir a los cárteles y en una poderosa alianza criminal, con apoyo de la agencia de inteligencia de EU
SLa gran conexión hondureña del tráfico mundial de cocaína que esta semana sacudió a Honduras con la condena a cadena perpetua de un hermano del presidente de ese país, Juan Orlando Hernández, y fijada en Nueva York, irrumpió con fuerza en la década de 1980 por un pacto criminal forjado por narcos mexicanos, colombianos y hondureños con la complicidad política de los gobiernos de México y Estados Unidos.
Con poder y amparada por Washington a través de la CIA y el gobierno y los militares de Honduras, la alianza quedó marcada por el asesinato del mexicano-estadounidense Enrique Kiki Camarena, de la DEA, en febrero de 1985 en Guadalajara, Jalisco.
Con el narco hondureño Juan Ramón Matta Ballesteros y la CIA como enlaces, los mexicanos Miguel Ángel Félix Gallardo, Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo, líderes del Cártel de Guadalajara, se aliaron a los colombianos Pablo Escobar y Jorge Luis Ochoa, jerarcas del Cártel de Medellín. Bajo el nexo del hondureño, el Cártel de Guadalajara se asoció con la CIA para traficar armas y drogas, y financiar a La Contra nicaragüense, fuerza anticomunista gestada en 1980 y 1981, organizara Estados Unidos en 1982 para combatir al régimen comunista de Nicaragua, apoyado por Cuba.
Camarena fue asesinado al descubrir que la CIA le rentó a Quintero el Rancho Veracruz, en Veracruz, para operativos aéreos de ida y vuelta: traficar armas de Estados Unidos vía México a Nicaragua y Honduras, seguir a Colombia a recoger cocaína y regresar a México, con Estados Unidos como destino final de la droga.
El entronque Guadalajara-Medellín con Matta y la CIA provocó la gran explosión del narco a partir de 1980. Los datos de la trama fueforme ron revelados en testimonios, documentos policiales, investigaciones del Congreso y del gobierno estadounidense, entre otros.
El gobierno de México de 1982 a 1988, presidido por Miguel de la Madrid, rechazó un pedido de EU de ayudar a la “contra”, pero puso en contacto a la CIA con Caro, dijo el estadounidense Phil Jordan, exagente de la DEA que indagó el caso Camarena, en entrevista con EL UNIVERSAL.
Nacido en 1945 y conocido como Don Matta o El Negro, inició su vida criminal en la década de 1970 en Honduras y prosiguió como bracero en EU y en México, donde conoció a Félix. “Conectó a las hampas mexicanas y colombianas, proporcionando un puente vital por Centroamérica para el transporte de cocaína. Las conectó además con su país natal, donde llegó a ser parte de una empresa de contrabando de esmeraldas, cocaína y armas”, precisó un estudio de 2016 de InSight Crime.
Arrestado en 1986 en Colombia, el Cártel de Medellín le ayudó a fugarse y retornar a Honduras, “donde se sentía protegido por su vasta red y por su riqueza”, dijo.
Dueño de la aerolínea Servicios Ejecutivos Turistas Commander (Setco), de Tegucigalpa, que le sirvió de fachada, aportó su flotilla de aviones a la red para llevar armas de México a Honduras (base rebelde norte) y Nicaragua. Un inque, de 1988 del Senado de Estados Unidos aseveró que agencias federales supieron desde 1983 del papel de Setco en el narco. Matta fue secuestrado el 5 de abril de 1988 en Tegucigalpa por alguaciles estadounidenses con apoyo de autoridades hondureñas. Enviado a EU, se le juzgó por la muerte de Kiki y otros delitos; su condena, 12 cadenas perpetuas.
Con otros actores, Honduras nunca dejó de ser punto del narco. Una Corte de Nueva York sentenció el 30 de marzo al hondureño AntonioTony Hernández, hermano del presidente de Honduras, a cadena perpetua más 30 años por conspirar desde 2004 para traficar cocaína, entre otros delitos. Detenido en 1985 en Costa Rica (base rebelde sur) y repatriado, Caro purgó 28 años de cárcel en México por el crimen de Camarena y en 2013 salió libre, pero en una dudosa medida y es prófugo.
Arrestado en México en 1989, Félix cumple en prisión mexicana una pena de 40 años por homicidio, delitos contra la salud y cohecho. Fonseca estuvo encarcelado en México de 1985 a 2016 y está en arresto domiciliario en su país. Escobar murió a balazos en 1993. Ochoa pasó en prisión de 1991 a 1996 en Colombia y está libre.
Por el caso Camarena, una Corte de EU condenó a prisión en el decenio de 1990 a Matta y a los mexicanos Rubén Zuno Arce (falleció encarcelado en 2012), Javier Vásquez Velásquez y Juan José Bernabé Ramírez. En 2018 retiró los cargos contra el hondureño por los hechos. Ante la impunidad en la autoría intelectual del asesinato, el exagente Jordan descartó la liberación del hombre que fue la conexión hondureña del narco: “No lo van a dejar salir”.
ESTUDIO DE INSIGHT CRIME “[Matta Ballesteros] conectó a las hampas mexicanas y colombianas, proporcionando un puente vital por Centroamérica para el transporte de cocaína”