El foro noventero de la Roma
Ni antro, ni bar, el Multiforo Cultural Alicia es un espacio independiente y autogestivo, laboratorio de diversas manifestaciones artísticas. Hoy te contamos su historia y su lucha por mantener vivo el rock en la colonia Roma
Con la contingencia sanitaria por Covid 19, los foros capitalinos para conciertos, talleres o conferencias son pocos y, aún peor, varios han cerrado o están llegando al límite; tal es el caso del Multiforo Cultural Alicia que en diciembre de 2020 cumplió 25 años.
Hablamos con Ignacio Pineda, quien está al frente del Alicia y dice que el lugar está en la cuerda floja, pero que se mantiene por el cariño del público y de los artistas que ahí se han presentado.
De acuerdo con Ignacio, hubo un momento en el que, al ver que el encierro se prolongaba, tuvieron que vender discos editados por Grabaxiones Alicia, posters y playeras que tenían en la bodega.
El Multiforo Cultural Alicia abrió sus puertas en 1995, con una inauguración de dos días: el viernes 1 de diciembre y el sábado 2. Por 10 pesos, la gente disfrutó de Antidoping, Van troi, Oxomazoma, Rafael Catana, entre otros.
Está ubicado sobre avenida Cuauhtémoc en el número 91, colonia Roma, entre las calles Colima y Durango. Cuando surgió, en 1995, la colonia seguía semidestruida por los sismos de 1985, pese a que ya habían pasado varios años del siniestro.
25 años de rock en la Roma
El Alicia abrió por iniciativa de Martín Reyes, Héctor Zavala e Ignacio Pineda, de acuerdo con el libro Alicia en el espejo , de María Teresa López. A este proyecto se sumaron más personas que poco a poco se fueron, hasta quedar solo Ignacio, quien pensó en entregar el lugar al primer año, por lo pesado de pagar las rentas.
“Quise entregar el lugar, pero el dueño me dijo que no, que tenía que pagar la renta de un año completo por incumplir con el contrato. Me dijo quédate, inténtale. Entonces vendí mi coche, mi computadora y otras cosas”, dijo Ignacio vía telefónica.
El foro está conformado por los alicios, quienes ahí trabajan, asisten como público, como artistas visuales o musicales.
Ignacio explicó que hay alicios que no se ven, como Panchito, el señor del aseo o el señor que imprimía los carteles y que cerró su imprenta por la pandemia.
Otros alicios son los diseñadores gráficos de carteles de conciertos, conferencias y talleres como: Alejandro Magallanes, Dr. Alderete, CHema Skandal, Benjamín Estrada y Andrés Mario Ramírez Cuevas, quien desde 1996 ha forjado la identidad visual de este foro.
Fue él quien hizo el logo del gato sonriente alusivo a la famosa obra literaria de Lewis Carrol, Alicia en el país de las Maravillas.
“Cuando iniciamos, muchos se imaginaban que invitaríamos a los artistas de moda, todos los que estaban a mitad de los años 90, que eran la cola de rock en tu idioma. La gente pensaba que era muy fácil llevarlos. En ese momento quien controlaba el rock eran las agencias y las disqueras. Los managers te pedían una buena lana de anticipo, cierto equipo. Hacíamos números y no nos alcanzaba”, contó Ignacio.
Desde un inicio, el Alicia fue un espacio donde se presentaban los rupestres, los infrarrealistas, pero también fue un escaparate para las nuevas escenas musicales, como el ska y el happy punk. Grupos como Panteón Rococó y Allison empezaron ahí.
El asunto era pedir una fecha, quizá mandar un demo y luego repartir volantes y carteles, una parte la distribuían las bandas y la otra los alicios, quienes los repartían y pegaban en el Chopo, la Lagunilla, escuelas y otros.
“La gente nos recibió bien. A los primeros conciertos llegaban 15 o 20 personas; a los dos meses ya había 300, al año ya se llenaba. Fue un trabajo de constancia. Los chavos por 10, 20 o 30 pesos podían escuchar varias bandas”, recordó.
Ignacio narró que hace no mucho tiempo buscó un lugar más grande, pero las rentas son muy elevadas. De haberse cambiado hubieran tenido que subir los precios a los clientes.
“Hay mitos en torno al foro, han dicho que nos pagaba algún partido político, nos han inventado entradas de dinero por todos lados, pero es al revés. Cuando nosotros podemos hemos apoyado a colectivos”, detalló.
Comentó que uno de los mayores problemas que hay es que no existe una ley en México de espacios culturales independientes y autogestivos que los respalde.
“Hace poco se aprobó una ley.
Tú la lees y dices: ‘Qué maravilla’, pero hay un punto donde indica que los lugares que venden alimentos o bebidas alcohólicas dejan de ser espacios culturales. Se quedan en la norma vigente que los considera como espacios mercantiles, como restaurantes,” dijo indignado.
Lo “inverosímil”: un sitio justo con los creadores musicales
La guitarrista Ali Gua Gua compartió vía WhatsApp que conoció el Alicia por el programa: Radio
Bestia. “Yo acababa de llegar de Veracruz y estaba buscando rock por todos lados, y en el Alicia y el tianguis del Chopo fue donde lo encontré”, escribió.
También dijo que ahí en el foro, además de tocar varias veces con Las Ultrasónicas, conoció muchas bandas como Amparanoia, Cabezas de Cera, Los Nena, Boom boom kid, ya que Nacho motiva que se apoyen.
“El Alicia representa para mí un bastión de la cultura autogestiva de la Ciudad de México. Es un patrimonio cultural que creo aún no es valorado en su totalidad, aunque 25 años de resistencia lo avalan”, enfatizó Ali.
También por redes sociales, Andrés Ramírez compartió su experiencia como parte del Alicia. “Yo llegué porque me invitaron a hacer la identidad del foro. Prácticamente el logotipo lo hice de un día para otro.
“El hacer los carteles es una de las experiencias más interesantes que he tenido, porque me permite hablar sobre diversos temas como derechos humanos, economía, salud, cultura, literatura o sexualidad”, puntualizó el diseñador gráfico detrás del concepto visual del Alicia.
Iván Nieblas, El Patas, locutor y músico, contó vía notas de voz, que él fue al Alicia cuando recién abrió, porque en la Ciudad de México había pocos lugares para hacer shows; además, la mayoría eran bastantes caros y otros ya habían desaparecido.
“Un día le pregunté a Nacho si para tocar en el Alicia tenía que vender boletos como en otros lugares. Me dijo: ‘No, al contrario, nosotros te vamos a pagar por tocar’. Eso para mí fue una cosa inverosímil, porque nunca en la vida había estado frente a un lugar que fuera justo con los creadores musicales”, dijo Iván.
“El Alicia se ha arriesgado a darle espacio a diversas propuestas. Es un bastión importante para el desarrollo de la cultura juvenil y sus manifestaciones musicales. Me parece el lugar más longevo de su tipo en esta capital y ya debería ser considerado patrimonio cultural de la Ciudad”, finalizó El Patas. •
IVÁN NIEBLAS Locutor y músico
“El Alicia me parece el lugar más longevo de su tipo en esta capital y ya debería ser considerado patrimonio cultural de la Ciudad”