Ejercicio vs Covid-19, la batalla silenciosa

El deporte se volverá uno de los pilares de la vida diaria. Está comprobado y lo ha mencionado la OMS. Hace poco hablé con un doctor endocrinólogo y me platicaba que la tasa de crecimiento en niños ha disminuido, ya que existen tres factores para que los infantes se desarrollen de forma adecuada: comer bien, dormir bien y hacer ejercicio. Esta pandemia ha logrado afectar estas tres actividades. Al estar encerrados, los niños han tenido trastorno del sueño y en sus actividades cotidianas; comen a todas horas y han dejado de hacer ejercicio.

El Gobierno y empresas privadas tienen la gran oportunidad de acercarse a la gente con programas deportivos, con los cuales no sólo atiendan a los niños, sino también a jóvenes y adultos. El 18% de los adultos de 65 a 74 años de edad y el 15% de los mayores a 75 años cumplen las pautas mínimas de ejercicios cardiovasculares y de fuerza muscular establecidas por la OMS.

Gobierno e Iiniciativa Privada tienen una oportunidad de oro para invertir, más allá de un comercial de televisión o una campaña de posicionamiento. El dinero podría ser mejor utilizado.

Estos datos son escalofriantes: Permanecer frente al televisor o frente a los aparatos electrónicos, por periodos de cinco a 10 días, reduce hasta un 5% la masa muscular, 10% la fuerza y 12% la capacidad cardiovascular.

Cuando los niños regresen a las escuelas, el ejercicio debe volverse esencial; no se trata sólo de tirarles una pelota en el patio, es muy importante un programa integral. Imaginen a los miles de niños que han estado encerrados en un departamento; se han atrofiado física, mental y emocionalmente.

Insisto, es una oportunidad invaluable para activar a nuestros niños y jóvenes, atender a nuestros adultos mayores. Está comprobado que una población sana, que come bien, hace ejercicio, duerme bien y tiene hábitos sanos, tendrá una mayor capacidad de soportar enfermedades, como la que estamos viviendo en estos momentos. Hagamos de los espacios públicos, lugares de salud. Hay que construir nuevas áreas deportivas. Esto sería una aportación histórica para la población y para las empresas, la oportunidad de dejar una huella imborrable en la historia del mundo.

Al estar encerrados, los niños han tenido trastorno del sueño y en sus actividades cotidianas; comen a todas horas y han dejado de hacer ejercicio