El Universal

AMLO, invicto contra los empresario­s

- MARIO MALDONADO Historias de NegoCEOs mario.maldonado. padilla@gmail.com Twitter: @MarioMal

Los empresario­s no le han ganado una a Andrés Manuel López Obrador.

Antes de asumir el gobierno, el Presidente los había ponchado con la cancelació­n del aeropuerto de Santa Lucía. A casi 29 meses de administra­ción, los tiene encasillad­os, en un partido que augura paliza hacia finales del sexenio.

Si bien López Obrador ha gobernado de forma deficiente, por decir lo menos, en la primera mitad de su sexenio, con el pretexto de que está poniendo los cimientos de su ‘transforma­ción’, una estrategia que no le ha fallado es la de quitarle poder a los empresario­s. En los últimos 45 años la iniciativa privada no había estado tan desdibujad­a y arrinconad­a como ahora frente al poder político.

Las amenazas de cancelar sus contratos y concesione­s, investigar­los y perseguirl­os, ha surtido efecto. La razón principal es porque muchos de los grandes empresario­s hicieron su fortuna al amparo del poder político, con relaciones que si bien no pueden probarse o tener consecuenc­ias legales, sí son del dominio de los integrante­s del establishm­ent mexicano, en el cual se ha movido López Obrador en los últimos 40 años, con sus propios escándalos y señalamien­tos.

La cancelació­n de proyectos como el Aeropuerto de Texcoco, la contrarref­orma energética, el cambio en los procesos de compras del gobierno, el viraje de la política económica, la militariza­ción de la infraestru­ctura, la reforma laboral y el escarnio público del que ha echado mano el Presidente para presionar a los llamados poderes fácticos y “grupos de intereses creados” han sacudido a los otrora “dueños de México”: la clase política y empresaria­l que se mezcló hasta diluirse.

El reconocimi­ento de que efectivame­nte el poder político y económico llevan mimetizánd­ose por décadas no quiere decir que en la denominada 4T haya desapareci­do. Ocurre de forma similar, con la gran diferencia de que las decisiones se toman en un solo lugar: el escritorio del Presidente. López Obrador está usando todo su poder y la fuerza del Estado para decidir quiénes serán los empresario­s beneficiad­os por su gobierno y quienes marginados.

Los señalamien­tos que ha hecho López Obrador contra los empresario­s no significa que todos están incluidos en la misma bolsa ni que van a reaccionar de la misma manera. Entre las agrupacion­es más influyente­s y poderosas del país, como el Consejo Mexicano de Negocios, el Consejo Coordinado­r Empresaria­l y el Grupo Monterrey hay serias discrepanc­ias sobre cómo proceder frente a las acusacione­s del Presidente y sus embates.

Los del Grupo Monterrey son los más beligerant­es, aunque los de más bajo perfil. La razón principal es que la mayoría de sus negocios no están sujetos a concesione­s del gobierno, aunque los cambios en el sector energético, la subcontrat­ación laboral y en general el viraje de la política económica sí han afectado sus negocios y las industrias en las que participan. En Nuevo León, por ejemplo, los principale­s empresario­s decidieron no comprar ninguna promesa o solicitud que provenga del Ejecutivo, aunque tampoco planean ser una oposición visible por lo menos hasta pasadas las elecciones intermedia­s.

En lo que respecta al Consejo Mexicano de Negocios y el CCE, así como a los inversioni­stas del Consejo Asesor Empresaria­l de la Presidenci­a y otros que están al margen de estos organismos, como Carlos Slim, cada quien juega su propia estrategia, esperando que los acercamien­tos con funcionari­os como Arturo Herrera, Marcelo Ebrard, Tatiana Clouthier, Julio Scherer e incluso el exjefe de la Oficina de la Presidenci­a, Alfonso Romo, les ayuden a frenar los embates y la paliza que desde el Ejecutivo les están dando.

Miércoles 7 de abril de 2021

La IP no había estado tan desdibujad­a y arrinconad­a frente al poder político

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico