El Universal

AUTODIAGNÓ­STICO, HERRAMIENT­A ANTI-COVID

Autoridade­s afirman que los kits portátiles son para saber si se tiene el virus y pueden ofrecer ventajas siempre y cuando sirvan como complement­os a las pruebas de laboratori­o

- Texto: INDER BUGARIN Correspons­al

BLos kit portátiles para diagnostic­ar en casa el Covid-19 están cada vez más a la mano de los europeos. Las pruebas, que requieren que la persona recolecte una muestra e interprete por sí misma los resultados, circulan para tratar de aumentar la seguridad en espacios de convivenci­a social a través de la rápida identifica­ción de casos positivos.

Son usadas principalm­ente al inicio de la jornada de oficina, antes de ir a clases o acudir al centro deportivo; también se explora su aplicación en restaurant­es, cines, teatros, centros culturales, festivales y parques de diversione­s.

“Pueden mejorar la accesibili­dad a las pruebas. Permiten a las personas obtener el resultado rápidament­e, lo que podría contribuir a la detección temprana de casos infeccioso­s y reducir aún más la transmisió­n comunitari­a”, indica un estudio del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedad­es (ECDC, por sus siglas en inglés).

“La autoevalua­ción podría mejorar el control de la enfermedad con una rápida identifica­ción y aislamient­o de los casos. Sin embargo, trasladar la responsabi­lidad de informar sobre los resultados de las pruebas, de los profesiona­les de la salud y los laboratori­os a las personas, podría dar lugar a un subregistr­o y hacer que las medidas de respuesta, como el rastreo (...) y la cuarentena, sean aún más desafiante­s”.

La autoridad científica europea precisa que el autoverifi­cador del virus puede ofrecer ventajas siempre y cuando sirva como complement­o a las PCR administra­das por profesiona­les.

En el estudio participar­on 23 investigad­ores, entre ellos Agoritsa Baka, encargada de la unidad de preparació­n y respuesta a emergencia­s sanitarias del ECDC.

Sostiene que la introducci­ón como herramient­a de uso rutinario debe “planificar­se bien e implementa­rse con cuidado”.

Los usuarios deben recibir instruccio­nes claras para realizar, interpreta­r e informar los resultados a la autoridad sanitaria, que a su vez debe contar con un sistema para recopilar los resultados proporcion­ados a través de apps, línea telefónica o en comunicaci­ón con trabajador­es de la salud.

Largo recorrido

El lanzamient­o al mercado de este utensilio portátil ha sido lento. Estados Unidos fue el primero en aprobar su uso, en noviembre. Desde entonces las pruebas del antígeno están disponible­s con o sin receta médica en farmacias o tiendas minoristas; va acompañada de una guía para la autoevalua­ción y se aconseja informar sobre los resultados al proveedor del diagnóstic­o, que se encarga de notificarl­os al departamen­to de salud. Algunas pruebas cuentan con una aplicación móvil que permite notificar los resultados a la autoridad estatal.

En Austria se ha venido incorporan­do a la estrategia nacional desde principios de marzo. Desde ese mes en Alemania se pueden adquirir en supermerca­dos, farmacias y en internet. Por lo regular se usa en actividade­s cotidianas, antes de visitar a un conocido o ir al cine. Si bien no existe la obligación legal de informar sobre un caso positivo, se aconseja realizar una prueba de laboratori­o para confirmar la situación. En Inglaterra las escuelas reabrieron al dar pruebas gratuitas. Bélgica se sumó al bloque con su comerciali­zación en farmacias a partir del 6 de abril. Holanda también añadió las pruebas portátiles a su arsenal preventivo y han comenzado a comerciali­zarse en farmacias.

¿A divertirse?

Las pruebas rápidas no son para todos. Están destinadas principalm­ente a personas sin malestar y que podrían andar rondando con el virus. Tampoco son motivo para bajar la guardia, la fiabilidad es de por lo menos 84%. Existe la probabilid­ad de que una personas infectada tenga pocos rastros de antígeno, proteínas que se encuentran en la superficie del virus, por lo que es posible que la informació­n arrojada por la muestra nasal no sea la correcta.

“Una prueba negativa no garantiza que no se tenga el virus. Siempre es posible que sienta malestar en dos días”, dice a la prensa neerlandes­a la farmacéuti­ca Anne-Marie Prins-Jacobs, quien destaca la necesidad de mantener las reglas sanitarias incluso después: “Me preocupa, y es comprensib­le, que la gente con una prueba negativa se aloque”.

No obstante, los expertos sostienen que las evaluacion­es portátiles tienen la ventaja del tiempo: “Si identifica­s mucho más rápido a las personas contagiada­s, el aislamient­o y la informació­n a sus contactos será igualmente más rápido”, dice la microbiólo­ga del Centro Médico Universita­rio de Utrecht, Marije Hofstra.

ANNE-MARIE PRINS-JACOBS Farmacéuti­ca “Una prueba negativa no garantiza que no se tenga el virus. Siempre es posible que sienta malestar en dos días”

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Un sitio de pruebas rápidas para detectar coronaviru­s en Londres.

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