El Universal

Color del semáforo no preocupa a los capitalino­s

Ciudad reporta alza en movilidad; sitios públicos lucieron abarrotado­s ayer

- KEVIN RUIZ Y EDUARDO HERNÁNDEZ —metropoli@eluniversa­l.com.mx

Pese a que el Gobierno capitalino llamó a tener cautela para medir el efecto de las vacaciones de Semana Santa y ver si se concreta avanzar al color amarillo en el semáforo epidemioló­gico de Covid-19, ayer, plazas públicas, centros comerciale­s, así como vialidades primarias lucieron abarrotada­s.

En las calles, las personas se concentrar­on sin respetar del todo las medidas sanitarias.

“En el último semáforo rojo ya había mucha gente en la calle. Si en un principio no les importaba [el color del semáforo], si pasamos a amarillo, menos”, dijo Héctor Garduño, quien caminaba por Eje Central.

El color del semáforo epidemioló­gico por Covid-19 parece que ya no importa a los capitalino­s, incluso, algunos considerar­on que es difícil que las personas detengan sus actividade­s diarias. Por eso, el sábado, plazas públicas, centros comerciale­s y avenidas principale­s lucieron llenas.

La Ciudad de México está a punto de pasar al color amarillo en el semáforo epidemioló­gico de riesgo Covid-19 (seguirá una semana más en naranja), pero el Gobierno local ha pedido cautela para medir el efecto de Semana Santa, en tanto, peatones y automovili­stas realizan casi con normalidad sus actividade­s.

Ayer, las autoridade­s capitalina­s reportaron un aumento en la movilidad de la Ciudad. La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, dijo que en el Metro “más o menos se mantiene; el Metrobús tampoco ha llegado a la época prepandemi­a; el RTP también no ha llegado a la época prepandemi­a.

“Esto también tiene que ver con que las escuelas aún no regresan; Tren Ligero, Ecobici, Trolebuses [se mantiene la movilidad] y el tránsito vehicular también ha aumentado, pero tampoco hemos llegado a las épocas previas a la pandemia”, dijo.

Pero en las calles, las personas se concentrar­on sin sana distancia, caminaron con su cubrebocas puesto, algunos insistiero­n en pasar desapercib­ida la medida de portarlo, y otros lo reposaron bajo la barbilla, juguetearo­n con él entre los dedos mientras fumaban un cigarrillo, bebían agua o un café frío.

Las medidas sanitarias desde el último semáforo rojo se relajaron por completo para los capitalino­s, comentó Héctor Garduño, quien la tarde del sábado caminó con su esposa sobre el Eje Central.

“En el último semáforo rojo ya había mucha gente y si en un principio no les importaba, si pasamos a amarillo, menos”, dijo Héctor, y aseguró: “Si en un principio no nos importó, ahora será más difícil, hay mucha más afluencia de gente.

“Lo peor no es eso, porque todos podemos salir ya sea para comprar algo, por recreación o trabajo, pero hay mucha gente que no se cuida, que a este punto sigue creyendo que esto no existe [Covid-19], eso es increíble”, manifestó el señor Garduño.

En esto coincidió Lilia, quien sobre avenida Juárez se detiene para decir que “ya es muy difícil que las personas detengan sus actividade­s”, y luego siguió su paso apresurado hacia el Eje Central.

Las imágenes de la pandemia en semáforo naranja para los capitalino­s son así: aglomeraci­ones, músicos de calle tocando, adultos mayores bailando danzón, caos vial, transporte público lleno, alguna manifestac­ión en el primer cuadro o un plantón, comerciant­es ambulantes ocupando las aceras con sus productos sobre el suelo, y pidiendo que las lentes de los fotógrafos o celulares de las personas no se posen frente a ellos, porque enseguida los rodean para pedirles que sigan su camino.

“Nosotros no nos prestamos para esas cosas y no tenemos permitido que nos tomen fotos”, dijo una de las comerciant­es.

La Alameda Central vuelve a ser el festín para las personas, para las parejas, quienes posaron para una fotografía sobre las fuentes de este parque.

Lejos de este punto, el viaducto Miguel Alemán se convierte en un símil de La Autopista del Sur, cuento del escritor argentino Julio Cortázar, en donde la vida de los automovili­stas se detiene por un tránsito infernal bajo los rayos inclemente­s.

En esta vía principal, los conductore­s están varados, avanzan poco a poco mientras la larga fila de vehículos se extiende hasta el poniente de la Ciudad.

Los fines de semana en la capital son un ir y venir de imágenes yuxtapuest­as que sólo tienen un sentido: cómo se vive la pandemia siendo chilango.

 ??  ?? En el viaducto Miguel Alemán los automovili­stas estuvieron varados en el tráfico por varios minutos, avanzaron poco a poco, por lo que la larga fila de vehículos se extendió hasta el poniente de la Ciudad.
En el viaducto Miguel Alemán los automovili­stas estuvieron varados en el tráfico por varios minutos, avanzaron poco a poco, por lo que la larga fila de vehículos se extendió hasta el poniente de la Ciudad.
 ??  ?? En las calles del Centro Histórico muchos ciudadanos “olvidaron” usar su cubrebocas.
En las calles del Centro Histórico muchos ciudadanos “olvidaron” usar su cubrebocas.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico