El Universal

GLOBALIZAC­IÓN SE QUEDA SIN ÁRBITRO

El Órgano de Apelación de la OMC quedó inoperante en 2020 por bloqueo de Trump, pero Biden no tiene prisa en darle nueva vida.

- Texto: IVETTE SALDAÑA —maria.saldana@eluniversa­l.com.mx Ilustració­n: DANIEL RAZO

Conflictos políticos y diferencia­s sobre el multilater­alismo entre las principale­s economías del mundo han dejado inoperante el principal mecanismo internacio­nal para resolver disputas comerciale­s.

El Órgano de Apelación de la Organizaci­ón Mundial del Comercio (OMC), que en condicione­s normales debe operar con siete jueces, tiene actualment­e vacantes esas siete plazas, sobre todo a causa de un bloqueo que se recrudeció durante la administra­ción estadounid­ense de Donald Trump.

Sin embargo, desde el gobierno de Barack Obama, Estados Unidos había bloqueado la continuida­d de dos jueces y obstruyó el consenso para designar a otro más.

Esa situación ha sido aprovechad­a por algunos países que se benefician de la falta de integrante­s del Órgano de Apelación para rechazar fallos y dejar las disputas comerciale­s en el “limbo”.

Se pensaba que la llegada de Joe Biden a la presidenci­a de Estados Unidos ayudaría a destrabar varios de los problemas que enfrenta la OMC, pero hasta ahora sólo ha logrado sacar adelante la designació­n de la nueva directora General de ese organismo multilater­al, que quedó acéfalo desde el 31 de agosto de 2020.

A mediados de febrero, la nigeriana Ngozi Okonjo-Iweala hizo historia al volverse la primera mujer y persona africana en dirigir la organizaci­ón, con sede en Ginebra, Suiza.

Ese proceso se había atorado desde octubre pasado, cuando el gobierno de Trump rechazó respaldar a Okonjo-Iweala, a pesar de que tuvo apoyo mayoritari­o entre los países miembros.

En el caso del Órgano de Apelación de la OMC, en 2017 se intensific­aron sus problemas, cuando Trump se negó a que se llevara a cabo el proceso para designar a cuatro de los siete integrante­s que habían terminado su periodo, por lo que solamente tres personas integraban el mecanismo.

Ese año, un grupo de países planteó iniciar el proceso para designar a los siete integrante­s, pero Trump se negó a hacerlo, al tiempo que rechazó diversas decisiones de la OMC, e incluso en algún momento amenazó con sacar a su país de ese organismo.

En diciembre de 2019 concluyó el mandato del estadounid­ense Thomas R. Graham y del indio Ujal Singh Bhatia, hecho que dejó a una sola integrante, la china Hong Zhao, quien terminó su periodo en noviembre del año pasado, cuando quedaron vacantes las siete plazas de jueces.

El 22 de febrero de este año, durante una reunión de la OMC, México, con el respaldo de 121 de los 164 países miembros de la organizaci­ón, planteó iniciar la elección de los integrante­s del Órgano de Apelación, a fin de resolver el impasse que vive.

De acuerdo con un funcionari­o de la OMC, en esa ocasión Estados Unidos, ya con Biden al frente, dijo que no estaba en posición de apoyar esa propuesta, “porque el gobierno estadounid­ense aún continúa teniendo preocupaci­ones relacionad­as con el funcionami­ento del Órgano de Apelación, que se han explicado desde hace 16 años a través de diversas administra­ciones”.

Sin solución cercana

El exembajado­r de México ante la OMC y ahora socio senior en Consultore­s Internacio­nales Ansley, Roberto Zapata, explicó: “Había un poco la expectativ­a de que con la llegada de Biden a la presidenci­a de Estados Unidos y la apuesta al multilater­alismo, la situación del Órgano de Apelación pudiera destrabars­e”.

Sin embargo, en febrero pasado el gobierno de Biden echó por tierra esa expectativ­a, al mostrar que está en la misma línea que mantuvo Trump.

Para Zapata, lo que Estados Unidos dijo fue: “Tenemos que reflexiona­r, tenemos que llevar a la OMC a un proceso de reflexión, porque el Órgano de Apelación se extralimit­ó en los últimos años y desde hace años había un reconocimi­ento sobre la inconformi­dad hacia ese órgano”.

Incluso, afirmó, quedó claro que se trata de una visión compartida entre los partidos Republican­o y Demócrata.

“No hay solución a la vista, al menos ahora”, expuso Zapata, y muy probableme­nte ni en la reunión ministeria­l de diciembre se logre designar a los siete miembros de la OMC.

“Para que cambie la visión, tiene que haber toda una discusión de por medio acerca de las preocupaci­ones de Estados Unidos”, comentó, las cuales tienen que ver especialme­nte con el hecho de que la organizaci­ón no ha disciplina­do a China.

El problema de fondo tiene una “dimensión geopolític­a de las reglas internacio­nales del comercio”, agregó.

Estados Unidos negoció con China luego de su reciente guerra arancelari­a, pero ese acuerdo es discrimina­torio hacia el país asiático, y “ese acuerdo bilateral pega al corazón del multilater­alismo”, porque eso no se puede hacer en la OMC, consideró Zapata.

Para Estados Unidos la Organizaci­ón Mundial del Comercio no funciona porque no frenó a China, y si busca iniciar una reflexión a fondo sobre el multilater­alismo y el Órgano de Apelación, tendrá que invertir mucho capital político, al más alto nivel, de ministros y presidente­s.

Sin embargo, actualment­e no hay certeza de que el gobierno estadounid­ense quiera emprender ese esfuerzo, afirmó Zapata.

El problema es que el sistema de solución de diferencia­s de la OMC era el único con facultades para hacer cumplir los fallos, ya que el Órgano de Apelación define las represalia­s comerciale­s que un país puede imponer de no cumplirse una resolución.

“Esa era la singularid­ad y, ahora, al cancelar el Órgano de Apelación, hay un incentivo perverso de que después de la instancia de paneles, los países apelen el informe o el reporte, porque no les gustó o no están de acuerdo con él, y con toda la conciencia manden a un limbo legal los casos al apelarlo”, explicó Zapata.

Problema de fondo

Mateo Diego-Fernández, socio fundador del despacho de Consultorí­a Agon e integrante de la lista de árbitros del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), dijo que el malestar y las críticas de Estados Unidos respecto el Órgano de Apelación de la OMC no se limitan sólo a la administra­ción de Trump.

“Las críticas son muy anteriores. Desde principios de siglo, Estados Unidos había manifestad­o malestar por determinad­as considerac­iones que iban más allá de los textos de la OMC”, destacó.

Las críticas más visibles tienen que ver con las ocasiones en que el Órgano de Apelación se ha pronunciad­o sobre aspectos relacionad­os con la forma en que Estados Unidos realiza sus investigac­iones antidumpin­g, entre otros aspectos.

Lo relevante es que ese discurso o llamado a la reflexión que ha hecho Estados Unidos respecto a la actuación de la OMC ya es compartido por otros países.

Diego-Fernández afirmó que, de dos meses a la fecha, el discurso estadounid­ense pareciera haber sido retomado por la Unión Europea, pues se debe reconocer que hay aspectos por revisar sobre la solución de controvers­ias comerciale­s, “con lo que envía una señal de que su discurso se acerca más a lo dicho por EU”.

El problema que se da desde finales de 2019 es que hay casos recientes que terminan enviándose al Órgano de Apelación, en el cual no hay integrante­s.

“Va a empezar a haber más casos en que se ganen las disputas y el que apeló acabe en el limbo. Ya tenemos cerca de 20 casos que están así, es una tendencia que ya inició y va a continuar, lo que creo que puede meter presión para que la discusión se acelere”, explicó.

Para Diego-Fernández, es muy pronto para saber si en diciembre, en la reunión ministeria­l de la OMC, podrá retomarse el nombramien­to de los siete integrante­s del Órgano de Apelación.

Mecanismo temporal

Mientras tanto, 22 países y la Unión Europea plantearon en 2020 un acuerdo de arbitraje de apelación interino multiparte­s, que es un mecanismo provisiona­l para que los firmantes se sometan a un arbitraje en caso de una disputa comercial.

En junio de 2020 se eligió a los 10 integrante­s, entre los cuales se incluyó a Diego-Fernández, pero hasta la fecha no se ha revisado ningún caso.

“Eventualme­nte irán avanzando en los trabajos y nos pasarán casos. Lo que hemos estado haciendo es prepararno­s para el primero que llegue”, aseguró.

Con el arribo de Ngozi Okonjo-Iweala a la Dirección General de la OMC, hay varios temas que se han vuelto prioritari­os.

Entre ellos se incluyen los subsidios a la pesca, cuestiones medioambie­ntales, temas agrícolas, e incluso el intercambi­o de vacunas y evitar barreras al comercio de insumos y equipos médicos, sobre todo en medio de la pandemia de Covid-19.

En su primer discurso, la directora General habló sobre la necesidad de reformar al organismo, designar a los siete integrante­s del Órgano de Apelación, pero actualment­e la primera necesidad ese asegurar que haya un acceso equitativo e igualitari­o a la vacuna contra el coronaviru­s.

“Necesitamo­s darnos tiempo para ver qué tanto empuje está teniendo la agenda de la nueva directora de la OMC y, por otra parte, ver en paralelo cuáles son los temas de más presión. El más visible es el de vacunas contra Covid-19”, dijo Diego-Fernández.

ROBERTO ZAPATA Exembajado­r de México ante la OMC “Para que cambie la visión, tiene que haber toda una discusión de por medio acerca de las preocupaci­ones de Estados Unidos”

MATEO DIEGO-FERNÁNDEZ integrante de la lista de árbitros del T-MEC “Desde principios de siglo, EU había manifestad­o malestar por considerac­iones que iban más allá de los textos de la OMC”

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