Los claroscuros del debate por la Corte
En intenso y exaltado debate tiene al país la aprobación en el Senado de un artículo transitorio incluido a última hora en el paquete de reformas al Poder Judicial Federal, que amplía de cuatro a seis años el periodo del ministro Arturo Zaldívar como presidente de la Corte.
¿Que si es o no inconstitucional? ¿Que si viola la separación de poderes? ¿Que si es la toma del control del Judicial por el Ejecutivo? ¿Que si es un paso más hacia la instauración de un régimen autoritario? ¿Que si es realmente necesario para llevar a buen puerto la limpieza de un sistema judicial corrupto? ¿Que si es un ensayo para la futura ampliación del mandato de AMLO?
Todas estas interrogantes vienen cargadas de ideas confrontadas de quienes quieren consolidar a la llamada 4T y de quienes se oponen a esa pretendida transformación porque ven el desmantelamiento del sistema democrático.
Sería bueno tener en cuenta, en aras del análisis más objetivo posible, algunos datos obtenidos en el máximo tribunal y el poder Legislativo:
1. Ni el ministro presidente Zaldívar ni sus diez pares en la Corte, sabían de lo que la oposición calificó de “madruguete” y consideró un regalo para el aludido por resoluciones cercanas al interés del gobierno, como la aprobación de la consulta popular para juzgar a expresidentes.
2. El silencio de Zaldívar y los otros ministros es por decisión tomada entre ellos, no con la culposa actitud de que el que calla otorga, sino sabedores de que incurrirían en responsabilidad al opinar sobre un procedimiento legislativo que no ha concluido.
El silencio de Zaldívar y los otros ministros es por decisión tomada entre ellos, no con la culposa actitud de que el que calla otorga
3. Contra lo dicho por la oposición, por reputados constitucionalistas e incluso por diputados de Morena como Pablo Gómez y Porfirio Muñoz Ledo, AMLO está convencido de que la ampliación de marras no es inconstitucional. Los defensores de la constitucionalidad de esa ampliación consideran que, tratándose de un transitorio, no se reforma la Constitución, y que no es reelección de un ministro ni la ampliación de su periodo legal e impostergable de quince años, como marca el Artículo 94.
4. La ampliación de la presidencia de Zaldívar en la Corte es respaldada por AMLO porque, según dijo, sin él van a quedar como letra muerta las leyes que se aprobaron para renovar a ese Poder. ¿Acaso el pleno de la Corte está compuesto por diez corruptos y un inmaculado? No lo comparto. Mejor preguntémonos: de no transitar la ampliación ¿quiénes están impedidos para presidir la Corte de 2022 a 2026 porque se les termina el periodo como ministros? José Fernando Franco González Salas quien lo concluye en diciembre próximo y Luis María Aguilar quien lo termina en 2024. Las posibilidades son para Jorge Mario Pardo Rebolledo, con diez años en el cargo y fecha de conclusión en 2026; y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Alberto Pérez Dayán, ambos con nueve años. Los tres tienen explícitas posiciones contrarias a la 4T. Los otros cinco también están habilitados para presidir. Dos fueron propuestos por Peña Nieto (Norma Lucía Piña Hernández y Javier Laynez Potisek) y tres por AMLO (Juan Luis González Alcántara Carrancá, Yasmín Esquivel Mossa y Margarita Ríos Farjat).
5. A quienes temen que se trate de un experimento para la ampliación del periodo del Presidente de la República, AMLO reiteró ayer que se va en 2024, pero en 2006, en su primera intentona de llegar al poder, decía que lo dieran por muerto y estaba más que vivo.
El asunto se debatirá hoy en la Cámara de Diputados. Después vendrán los posicionamientos y en todo caso las impugnaciones. Mal si la decisión fractura el orden constitucional y mal si hace naufragar la reforma judicial. Seguimos sin puntos medios.