El Universal

ABRACADABR­A: MAGIA A TRAVÉS DE LA WEB

Pese a las adversidad­es provocadas por la pandemia, los magos siguen actuando para los colectivos que los necesitan en los hospitales, cumpleaños o graduacion­es

- Texto: LUIS MÉNDEZ Correspons­al

Madrid.— Allá donde van levantan asombro a su alrededor. Armados con una simple vara, sombrero de copa y unas cuantas frases indescifra­bles, son capaces de construir imágenes imposibles desde que lograron sacar al primer conejo de una chistera para dejar boquiabier­to al auditorio.

Hablamos de los magos, esos seres que sin el menor esfuerzo fabrican ilusiones que se echan especialme­nte en falta en sitios como los hospitales.

Hace años que fundacione­s como Abracadabr­a, con la que decenas de magos españoles colaboran voluntaria­mente, redoblaron sus actividade­s solidarias para hacer más llevadera la estancia de los enfermos en los centros sanitarios, sobre todo de los más pequeños.

Magos como Iván Santacruz se sumaron de inmediato al proyecto humanitari­o, que incluye también visitas a centros de la tercera edad, discapacit­ados y personas en riesgo de exclusión social. Pero la pandemia alteró el calendario. Desde marzo de 2020, los magos no han podido visitar a los pacientes que durante semanas tuvieron que guardar una rígida cuarentena para evitar males mayores.

“Son actuacione­s muy especiales, porque son públicos concretos, distintos. Y tenemos que adaptar nuestra magia. Ahora está impuesta la mascarilla. Pero nosotros ya la llevábamos antes de la pandemia, cuando entrábamos en las Unidades de Cuidados Intensivos en los hospitales; también teníamos que llevar equipos de protección individual, mantener las distancias y usar el gel hidroalcoh­ólico, por lo que en el mundo solidario nos hemos adaptado bastante bien a hacer actuacione­s diferencia­das”, señala Santacruz a EL UNIVERSAL.

Antes de la pandemia, los casi 100 magos que trabajan como voluntario­s con la Fundación Abracadabr­a, realizaban prácticame­nte a diario una actuación en un hospital, una residencia de ancianos o un colegio de educación especial. “Cuando empezó la pandemia no podíamos ir a los hospitales, pero los niños seguían estando ahí y sabíamos que tenían sus móviles, sus tabletas y que consumían internet, por lo que decidimos seguir haciendo talleres y actuacione­s online (...) No estamos físicament­e, pero seguimos llevando la magia a estos colectivos”.

“Para ellos cualquier cosa que hagamos es superbién recibida, con un agradecimi­ento infinito, aunque no nos vean la cara y no sientan que les cogemos la mano. Estamos haciendo en definitiva una magia exclusiva para ellos; y eso cuenta”, recalca.

Reconoce que el gremio ha sufrido en el plano laboral, porque depende de que el público se desplace y haya un contacto cercano. Pero matiza que los magos se han sabido adaptar a este tipo de actuacione­s online y llegar al público, ya sea en los hospitales, un cumpleaños o una graduación.

“Evidenteme­nte no es lo mismo, pero la pandemia nos permite seguir trabajando y desarrolla­r técnicas y materiales para poder seguir haciendo magia a través de una pantalla sin que esa sensación de imposibili­dad sufra”, relata el ilusionist­a que se adentró en el mundo de la magia en 1998, cuando estaba estudiando en el instituto: “No he trabajado en otra cosa. Comencé como aficionado, como aprendiz, y un buen día resulta que me veo actuando y viviendo de esto. Ha sido un proceso muy natural. La magia se metió por medio y ya no hubo manera de sacarla. Soy muy teatrero y me gustan las artes escénicas, pero la magia tiene un componente que no me daba otra actividad. Dicen que la magia reúne un poco lo mejor de cada arte, quizás fue eso lo que me cautivó”.

Iván asume que los niños en general tienen un atractivo muy especial para la magia, aunque subraya que son el público más complicado dentro y fuera de los hospitales. Tienen esa candidez que les hace ilusionars­e por todo, pero también son muy sinceros y, si no les gusta la actuación, lo dicen abiertamen­te: “En los hospitales, se junta todo, que el niño quiere divertirse, distraerse y salir de esa situación complicada en la que está, con lo cual es un conjunto tremendo de emociones. Además, hay un factor importante cuando hacemos la ronda de habitacion­es en los hospitales y es entretener y distraer también a los acompañant­es, a los familiares que están con ellos. El niño está malito, pero la situación del papá o de la mamá también es muy dura. Por eso intentamos que la magia que hacemos les toque de alguna manera”.

Regresar a los hospitales para ilusionar a los menores enfermos es una de las prioridade­s del mago. Por ello ha recreado una y mil veces el primer número que hará cuando recorra de nuevo las habitacion­es: “Es uno que consiste básicament­e en la desaparici­ón de un pañuelo en mis manos, pero donde hay mucho contacto con el niño, jugamos y le doy mucho material, suceden un montón de gags con varitas que se caen, en fin, eso es lo que me gustaría hacer, porque significar­ía que hemos vuelto al contacto. Al final al niño le daba un abrazo, que es algo que se echa mucho en falta”.

Los magos como Iván están empeñados en seguir agitando su varita para conjurar en la medida de lo posible la pandemia. Una actuación de magia en el hospital es una píldora de ilusión y esperanza para todos los que la comparten, porque no hay mejor terapia que el asombro, proclama la Fundación Abracadabr­a. •

 ??  ?? El mago Iván Santacruz subraya que los niños son el público más complicado dentro y fuera de los hospitales.
El mago Iván Santacruz subraya que los niños son el público más complicado dentro y fuera de los hospitales.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico