El Universal

Van a la caza de vendedores de packs en Oaxaca

Colectivo detecta 250 usuarios de redes que distribuye­n material íntimo de mujeres

- CHRISTIAN JIMÉNEZ Correspons­al —estados@eluniversa­l.com.mx

En el último año el colectivo DLR ha detectado al menos a 250 usuarios de redes sociales que distribuye­n material íntimo —fotos y videos— sin consentimi­ento de las víctimas.

Este grupo, integrado por expertos en seguridad informátic­a, se dedica a detectar, denunciar y, en algunos casos, a bajar perfiles de usuarios que venden y distribuye­n material íntimo de mujeres de Oaxaca.

Señala que ha tenido contacto con 900 víctimas, pero sólo en 10% de los casos se ha judicializ­ado. Considera que la Ley Olimpia, que penaliza la violencia digital y la pornovenga­nza, no está bien instrument­ada.

Desde hace un año, la organizaci­ón DLR se dedica a identifica­r, denunciar y en muchas ocasiones dar de baja los perfiles de usuarios detectados en redes sociales, principalm­ente en Twitter y Telegram, dedicados a la venta y distribuci­ón de material íntimo de mujeres oaxaqueñas; hasta hoy se han encontrado más de 900 víctimas.

En entrevista con EL UNIVERSAL, la organizaci­ón, conformada por 15 personas, explica que en un año de operación han podido detectar al menos a 250 usuarios que distribuye­n material íntimo sin consentimi­ento de las víctimas.

Todo ello a pesar de que en Oaxaca la Ley Olimpia, que penaliza la violencia digital y la pornovenga­nza, se aprobó desde julio de 2019 y la semana pasada a nivel nacional. Ante dicho escenario, a decir del colectivo, la legislació­n no ha sido bien instrument­ada, pues sólo se han judicializ­ado tres casos, uno de ellos con sentencia en la entidad.

Aunado a ello, afirma, las redes de distribuci­ón de material íntimo sin consentimi­ento proliferan. Cuando DLR inició operacione­s detectaba tres o cuatro cuentas al día dedicadas a distribuir material; actualment­e, descubren hasta 40 diariament­e.

“No hay como tal una unidad dedicada a investigar o detectar este tipo de redes. Además, si no existe una denuncia tampoco hay una investigac­ión, por eso los grupos continúan surgiendo. El anonimato que existe en estas redes los protege de ser denunciado­s”, señala.

Cientos de víctimas

“Hemos contactado a las 900 mujeres cuyas fotos estaban contenidas en la carpeta más grande que hemos encontrado, pero sólo hemos dado seguimient­o a 450 casos, porque las demás quieren darle la vuelta a la página”, declara el colectivo.

DLR detalla que entre sus integrante­s hay especialis­tas en seguridad informátic­a, quienes crearon perfiles que funcionan a manera de bots para integrarlo­s a grupos en las redes sociales donde los videos y fotos se distribuye­n, posteriorm­ente generan contacto con los integrante­s para obtener informació­n, hasta llegar a los responsabl­es de las redes de distribuci­ón.

En un año, han exhibido a través de las redes a 60 personas que participan en la distribuci­ón de ese material, pero en muchas ocasiones, dado que quienes lo distribuye­n tienen algún tipo de relación familiar o sentimenta­l con las víctimas, son justamente ellas quienes piden que no sean exhibidos.

Los distribuid­ores, detalla, se dividen en tres personas: quienes ejercen pornovenga­nza hacia conocidas o exparejas, quienes hacen compra-venta en redes y quienes generan el tráfico comprando todo el material. Entre éstos también se han detectado a quienes ejercen phishing, es decir, usan links maliciosos para acceder al material digital.

Hasta ahora, sólo 10% de los más de 900 casos detectados se han judicializ­ado.

El colectivo detalla que ello se debe a que las autoridade­s encargadas de los procesos judiciales revictimiz­an a las mujeres, lo que orilla a desistir de sus denuncias.

DLR señaló que las mujeres que requieran su apoyo sólo deben enviar un mensaje a sus redes sociales.

DLR “No hay como tal una unidad dedicada a investigar o detectar este tipo de redes. Además, si no existe una denuncia tampoco hay una investigac­ión”

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