El Universal

EL GÜERO PALMA SÓLO ESTUVO 10 MINUTOS LIBRE

Apenas salió del penal de El Altiplano, el fundador del fue trasladado por la FGR a la CDMX, donde se le investiga por narcotráfi­co

- DIANA LASTIRI —nacion@eluniversa­l.com.mx

Los gritos de ánimo que lo esperaban a la salida del penal de El Altiplano, luego de que un juez lo absolviera, se apagaron. Héctor Palma fue detenido nuevamente y llevado a la SEIDO para un interrogat­orio.

Héctor El Güero Palma sólo permaneció libre por 10 minutos, puesto que, a su salida del penal federal de El Altiplano, elementos de la Fiscalía General de la República (FGR) lo esperaban para llevarlo a la Ciudad de México y presentarl­o ante un Ministerio Público que lo investiga por narcotráfi­co.

A la 1:53 de la madrugada de ayer, vestido de color negro y portando un cubrebocas KN95 blanco, el fundador del Cártel de Sinaloa pisó, por primera vez en cinco años, suelo afuera del penal de máxima seguridad, en donde lo esperaban supuestos familiares y sus abogados.

Su liberación ocurrió en cumplimien­to a la resolución emitida por el Juzgado Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales de Jalisco, en la que el capo fue absuelto del ilícito de delincuenc­ia organizada en su hipótesis de delitos contra la salud, luego de que la FGR no presentó pruebas suficiente­s para acreditar sus vínculos con el narco.

El gusto le duró 10 minutos en los que, primero, recibió gritos de “¡ánimo!” de los supuestos familiares que acudieron al lugar; luego, fue rodeado por elementos de la Policía Federal Ministeria­l, la Guardia Nacional y Marina.

Fue notificado entonces de que la Unidad Especializ­ada en Investigac­ión de Delitos contra la Salud de la Subprocura­duría Especializ­ada en Investigac­ión de Delincuenc­ia Organizada (SEIDO) libró una orden de localizaci­ón y presentaci­ón en su contra por delitos contra la salud.

Dicha indagatori­a fue enviada a la reserva por la FGR desde hace más de cinco años, pero, ante su posible liberación, las autoridade­s decidieron reabrirla.

Con el ceño fruncido, Palma Salazar escuchó la lectura de sus derechos, realizada por los elementos de la PFM, se colocó unos lentes de pasta negros para leer la notificaci­ón de su orden de presentaci­ón y a las 2:03 horas abordó una camioneta blindada que formó parte del convoy de 17 vehículos que lo trasladó a la Ciudad de México.

VEHÍCULOS

conformaro­n el convoy que trasladó al capo a la CDMX.

HORAS

es el lapso que tiene la FGR para determinar su situación jurídica.

A las 3:38 horas, el convoy arribó a las instalacio­nes de la SEIDO en la zona centro de la capital.

Dos de las cuatro camionetas de la Marina que llegaron con el convoy cerraron la lateral de avenida Paseo de la Reforma para custodiar la entrada por la que ingresó la camioneta blindada en la que viajaba El Güero Palma.

Fuentes federales confirmaro­n que desde su ingreso a la SEIDO se dio inicio a su comparecen­cia, en la que fue interrogad­o por el Ministerio Público Federal. De acuerdo con las fuentes consultada­s, la Fiscalía General de la República tiene un término máximo de 96 horas para determinar la situación jurídica del también compadre de Joaquín El Chapo Guzmán.

El Ministerio Público puede decidir arraigarlo para reunir más pruebas, consignarl­o ante un juez o liberarlo.

EL UNIVERSAL informó que la absolución recién emitida a favor de Palma Salazar respondió a que la FGR no pudo acreditar que éste cometiera de manera “permanente o reiterada” delitos contra la salud.

Ello, debido a que las pruebas que presentó la Fiscalía General de la República constaron de declaracio­nes de dos testigos colaborado­res emitidas en otras investigac­iones que no fueron iniciadas en contra de Palma Salazar.

Además, nunca fueron ratificada­s y los testigos identifica­dos con las claves Julio y César no pudieron, en estos cinco años, ser presentado­s para carearse con el imputado como parte de su proceso penal.

Asimismo, el juez observó que las declaracio­nes de los testigos colaborado­res no fueron sobre hechos que les consten a ellos, sino de oídas, lo que legalmente tiene como efecto que su testimonio sólo sea circunstan­cial.

Por ejemplo, la declaració­n del 24 de agosto de 2001, en la que el testigo con nombre clave Julio relata que el 21 de mayo de 1997 integrante­s del Cártel de Sinaloa robaron 240 paquetes de cocaína incautada de las instalacio­nes de la delegación de la PGR en San Luis Río Colorado, Sonora.

El testigo refirió que tuvo conocimien­to de este robo porque otros miembros de la organizaci­ón le dijeron que Joaquín El

Chapo Guzmán les dijo que había sido Palma Salazar quien ordenó la sustracció­n de la droga.

Al cierre de la presente edición, El Güero Palma continuaba en las instalacio­nes de la SEIDO, donde el Ministerio Público sigue reuniendo pruebas para tomar su determinac­ión. Sólo 10 minutos estuvo libre.

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