El robo del siglo en patrimonio cultural
Joyería remplazada por papel dorado, obra gráfica sustituida por copias, finas cerámicas suplantadas por vajillas baratas. Es uno de los peores robos culturales de la historia reciente
Detectan saqueo en los museos de Puebla. Piezas originales fueron desarmadas o sustituidas por falsificaciones.
SERGIO VERGARA Secretario de Cultura “En la Palafoxiana hay páginas faltantes. Hay que empezar a revisar en el control de la biblioteca, quiénes entraron y a consultar qué libros”
JOSÉ FERNÁNDEZ Investigador Inacipe “Si son delitos del catálogo de la Ley de Sitios y Monumentos, prescribirán en seis o siete años, aunque habrá que ver la pena en concreto”
Las colecciones del patrimonio cultural del estado de Puebla ascienden a 128 mil objetos; sin embargo, hoy está mutilado, pues se detectó un “saqueo sistemático” que consiste en la sustitución de piezas originales por algunas falsificaciones, faltantes de hojas en libros incunables y el desarmado de piezas para obtener las partes de valor. Ante eso, las autoridades estatales emprendieron una auditoría en sus 20 museos y en la Biblioteca Palafoxiana; hasta ahora se lleva el 20% y de ese porcentaje, el 3% representa el faltante, es decir, alrededor de 700 objetos.
El 23 febrero, Miguel Barbosa, gobernador de Puebla, y Sergio Vergara, secretario de Cultura, dieron a conocer que se habían detectado irregularidades en su red de museos (Museos Puebla) y en la Palafoxiana, biblioteca fundada en 1646 y con un acervo de 45 mil tomos.
“Queremos saber qué piezas están, cuáles y cuántas faltan, y cuáles están sustituidas, para luego generar todas las denuncias. Hasta ahora llevamos contabilizado un 20% (de los 128 mil objetos), de ese porcentaje alrededor de un 3% representa el faltante”, dijo Vergara en entrevista.
El inventario en los museos inició en enero. La primera irregularidad hallada fue la sustitución de tres bustos de una serie de 12 del Museo José Luis Bello y González. Al percatarse de la anomalía se ordenó a los directores de todos los museos hacer un inventario, porque “algunas piezas fueron prestadas a otros museos, pero no estaba la ficha del préstamo. También hemos encontrado descripciones que no coinciden, todo eso lo estamos integrando para hacer un expediente, para luego presentar las denuncias por museo ante las autoridades correspondientes. Estamos notariando cada lugar por cómo está”, señaló el funcionario.
Los préstamos principalmente se hicieron al Museo Internacional del Barroco, cuyo acervo es de 40 piezas, precisó Vergara.
Tania Saldaña, director del Museo Bello y González, mostró algunos de los casos del saqueo. Por ejemplo, los bustos originales eran del siglo XIX, elaborados con barro y pigmentos, y representaban a los compositores Puccini (10.2 x 7cm), Sarasate (9.3 x 6cm) y Gómez (9.6 x 6.3). Fueron sustituidos por tres piezas hechas de yeso, casi del mismo tamaño, pero que no representan a ninguno de los compositores.
Ese museo tiene un acervo de 3 mil 28 piezas y hasta el momento ha sido inventariado el 10%, aun así, se han encontrado otras irregularidades, como la deformación de un dije de finales del siglo XVIII e inicios del XIX. El dije circular de 3.1cm de diámetro, tenía el número de registro 355: “En el centro (tiene) la imagen de una cruz con cantoneras sobre un mundo, a la derecha se observa el brazo de un conquistador y un olivo, a la izquierda una espada. Este es el escudo que utilizó el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición en la Nueva España”, se lee en la ficha catalográfica de la pieza. Sin embargo, esa pieza ya no tiene la parte del metal preciado, solamente quedó la parte del centro.
Entre su acervo, el Bello y González tiene 22 relojes de bolsillo, de los cuales, cuatro fueron “abiertos” para extraerles las piezas de oro, en algunos casos, dijo Saldaña, se les puso restos de papel dorado para simular el color dorado. Lo demás son nada más que restos, algunas manecillas o cubiertas de plástico.
Otra irregularidad en ese espacio se detectó en una vajilla del siglo XIX, a la que le sustituyeron dos tazas en las que incluso se puede leer “Made in China”.
Pero el Bello y González es sólo una parte, en el caso del Museo Erasto Cortés se detectó por ejemplo el robo de la pieza Autorretrato, que data de 1950 y en el catálogo se describe como una obra hecha a partir de la “técnica de grafito y lápices grasos de color”. Autorretrato medía 48 x 62 cm, y quien se lo llevó decidió poner una imagen de una imagen impresa, es decir de manufactura reciente, que mide apenas 6 x 4.7cm.
“El Erasto Cortés tiene un acervo conformado por 906 piezas, hasta ahorita la que tiene el número 37 es la única faltante, pero hay otras siete obras, más o menos, que presentan alguna inconsistencia, porque lo que aparece en físico no coincide con la imagen que figura en el catálogo. Presentan diferencias en el diseño”, dijo Roberto Rodríguez, jefe de departamento del museo desde en 2019.
Investigación a fondo
El secretario de Cultura, Sergio Vergara, aseguró que para finales de año prevén concluir la auditoría, con investigaciones que abarcan cuatro o cinco periodos atrás, es decir, entre 25 y 30 años: “Ahí hubo movimientos de piezas y es donde tenemos que analizar quién lo hizo. Estamos llegando hasta el fondo”.
Con esa investigación buscan también encontrar a los culpables de las anomalías detectadas en un par de los 45 mil tomos de la Biblioteca Palafoxiana: “Ahí hay páginas faltantes. Hay que empezar a revisar en el control de la biblioteca, quiénes entraron y a consultar qué libros. Antes había un control de entrada, pero no de qué libros habían revisado”.
Hasta ahora, declaró Vergara, cuentan con evidencia de faltantes “en dos o tres libros” libros de la biblioteca.
Sobre este hecho y tras dar a conocer las irregularidades, los integrantes del consejo de la Biblioteca Palafoxiana, entre quienes se encuentran las doctoras María Isabel Grañén Porrúa (ADABI de México A.C.), y Montserrat Galí Boadella (ICSYH, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla), dijeron en un comunicado que el acervo de ese espacio era víctima del descuido y de falta de un presupuesto.
Al respecto, Vergara afirmó: “Ya estamos trabajando con ellos” y adelantó que cuando se concluya la auditoría, darán a conocer todas las piezas, para que la sociedad conozca lo que falta.
Panorama jurídico
Sergio Vergara sostuvo que dar a conocer el saqueo en los museos poblanos no tiene tintes políticos, y que todo el trabajo se empezó desde antes: “Esta entrevista se da como parte de un seguimiento, pero a nadie le hablamos para informar ni nada hasta que no pase la veda electoral”.
Con respecto a las denuncias, el funcionario enfatizó que es una cuestión que “verá la parte jurídica”, pues su intención es “precisar cuál es el daño patrimonial que tienen los elementos museísticos”.
Si bien, las autoridades del estado de Puebla no han puesto denuncias con el argumento de que lo harán cuando tengan todo el inventario y estén confirmados los faltantes, el proceso judicial tiene fechas de prescripción.
Consultado por EL UNIVERSAL, José Fernández de Cevallos, especialista en derecho penal, explicó que si se trata de delitos contemplados en la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, éstos prescriben en alrededor de seis o siete años.
“Si se trata de delitos de ese catálogo contemplado por regla general se habla de la media aritmética, y prescribirán en seis o siete años, aunque habrá que ver la pena en concreto”.
Y hay algo más, el investigador del Inacipe (Instituto Nacional de Ciencias Penales) alerta que para cuando se concluya el inventario y se presenten las denuncias, el destino de las piezas será aún más incierto: “La temporalidad no me preocupa sino la rapidez con la que se pueden mover estos objetos”, concluyó.