Gobierno local les incumple con funeral
La familia de Nancy “perdió su lugar en un velatorio”; su hermana sigue grave en un hospital privado
Nancy regresó a casa en un ataúd. Dentro del féretro quedaron los sueños de la estudiante de Pedagogía, quien también trabajaba y con su sueldo, además de pagarse la escuela, colaboraba con los gastos del hogar.
Para ella no hubo un velatorio, tampoco se cumplió la promesa del Gobierno de la Ciudad de México que aseguró pagaría el funeral para todas las víctimas del accidente en el Metro.
Humberto, el padre de Nancy, dice que no hubo algún funcionario del Gobierno que se acercara a guiarlo en el trámite para reclamar el cuerpo de su hija. Fueron horas de búsqueda por los hospitales, el deambular terminó el martes cuando Enrique, su novio, halló su cuerpo en una ambulancia del servicio forense estacionada en la agencia ministerial en Iztapalapa-6.
En la explanada, el trabajador de una funeraria se acercó para informarles que el Gobierno local les ofrecía el servicio gratuito. No fue así porque tras más de 10 horas en trámites, la familia “perdió su lugar” en un velatorio.
A este rechazo se suma una nueva angustia. Ayer, Tanya, la hermana menor de Nancy, fue trasladada del Hospital Xoco a uno privado de la colonia Roma en donde se puede hacer válido el seguro del Metro. Sin la autorización de los padres, sólo con la anuencia de una tía que se encontraba de guardia.
Al padre le preocupa no poder solventar los gastos para pagar el material quirúrgico que requiere su hija herida por una fractura en la columna vertebral y una hemorragia interna que mantiene a la adolescente de 15 años grave.
“A Nancy no le tocaba morir. Tenía muchos días por delante y con sus estudios cambiaría su vida y la de sus dos hermanas”, dice Humberto frente al ataúd de su hija.
Añade que el martes por la noche recibió la llamada de una mujer estadounidense que dijo llamarse Michel y le pedía un número de cuenta para depositarle 10 mil pesos como ayuda.
La desconocida se enteró del caso por medio de los noticiarios de Estados Unidos y buscó a la familia para donarles el dinero, con esos recursos Humberto completó los gastos del velorio.
El padre se pregunta: “¿Por qué existe gente que siente lo que padecemos en este momento, mientras que nuestros gobernadores ni un acercamiento tienen?”.
HUMBERTO Padre de Nancy “¿Por qué existe gente que siente lo que padecemos, y nuestros gobernadores ni un acercamiento tienen?”