Sin problemas para los árbitros
En el Atlas vs Tigres, César Ramos —lejos de tener un mal arbitraje— contó más la decepción que fueron los felinos como equipo. Eso sí, el detalle del accidente que tuvo el asistente Pablo Hernández en la línea, quien se resbaló y tuvo que salir de cambio, lo cual es muy lamentable.
Un abrazo para Pablo, que se recupere pronto y ojalá pueda estar en la Liguilla, porque —sin duda— hoy en día es de los mejores asistentes que hay en el futbol mexicano.
En el Santos vs Querétaro, Fernando Hernández volvió a demostrar que ya no va a dar más. Ya no pidamos que dirija partidos de alto nivel, porque solamente lo hace bien cuando no pasa absolutamente nada y, al final de cuentas, se dio una riña que él mismo fue generando por su falta de personalidad en la forma que tiene de desenvolverse durante los 90 minutos. Nada nuevo, nada de mejoría en ninguno de estos dos árbitros. Ni de César, quien ya nada más va a dirigir los partidos sin hacer el menor de los esfuerzos.
En el León vs Toluca, Luis Enrique Santander volvió a dejar pasar algunas jugadas importantes. Se le fue un penalti; afortunadamente, era en contra del León, y el Toluca salió triunfante.
Eso sí, en términos generales no ha sido calificación reprobatoria al arbitraje en este inicio de la Liguilla... O de la reclasificación.
En el Pachuca vs Guadalajara, Marco Antonio Ortiz trabajó con la personalidad que le caracteriza: bien, en términos generales.
Los árbitros no han sido protagonistas, ni han tenido que tomar decisiones importantes. La verdad es que los partidos no tuvieron absolutamente nada de intensidad.
Los árbitros, con algunos detalles, y con el nivel que los caracterizó a lo largo de la temporada: de regular a malo.
Los árbitros, con detalles, y con el nivel que los caracterizó a lo largo de la temporada: de regular a malo