Morelos ya se transformó, para peor
En el último tramo de su administración, el gobernador Cuauhtémoc Blanco ya transformó a Morelos. Una transformación que tuvo como efecto más delitos y más violencia respecto al pasado.
Tan sólo entre 2022 y 2023 la tasa por cada 100 mil habitantes de homicidio doloso creció 24%; la de feminicidio 36%; la de secuestro 17%; la de extorsión 59%; la de robo con violencia 8%; la de robo de vehículo 20% y la de violencia familiar 10%. De hecho, 2023 fue el peor año de su historia en materia de homicidio doloso, feminicidio, robo de vehículo y violencia familiar.
En Morelos, Blanco no puede argumentar que los índices de violencia sean culpa del pasado.
El gobernador de Morelos recibió de su antecesor una entidad con una clara tendencia a la baja de la violencia.
Dado que faltan aproximadamente 100 días para las elecciones 2024, en las que también se renovará la gubernatura de Morelos, las alcaldías y el Congreso local, cabe reflexionar sobre el perfil y trayectoria del entonces candidato y analizar con detalle quiénes son las personas que aspiran gobernar la entidad desde finales de este año, hasta 2030, cuáles sus ideas y sus plataformas electorales. Todo ello para no incurrir en el mismo error que se cometió en 2018.
¿Qué deberíamos haber aprehendido del gobierno de Blanco? Que importan —mucho— el perfil y conocimiento de quien desea gobernar, sus propuestas y sus aliados políticos.
Lamentablemente ¡parece que los mexicanos seguimos sin entenderlo! En cualquier otro país con una economía tan desarrollada como la de México, Blanco sería un personaje político indeseable del que cualquier candidato o partido quisiese alejarse.
Como evidentemente fue un error elegir a Blanco y existe un riesgo que su alianza repita el gobierno, debemos insistir en saber ¿qué ofrecerá su candidata de diferente para no repetir dicho desastre? ¿Cómo podemos confiar en que no será un gobierno con las mismas inercias que el actual?
Al mismo tiempo debemos saber ¿qué ofrece la oposición como alternativa a los “abrazos, no balazos”, a los recortes presupuestales y a la eliminación de contrapesos? ¿Cómo votar por una oposición que parece que sólo puede ofrecer “no ser Morena”?
Como es evidente que a los partidos poco les importamos los ciudadanos, nos toca exigirle a cada uno de los candidatos proyectos claros, que puedan ser realizados, que sean transparentes y rindan cuentas.
Las elecciones se acercan y tanto en el país como en Morelos vivimos un desastre en seguridad y justicia. Nuestro voto podría ser una forma de cambiar el rumbo si lo hacemos por un proyecto claro.
De lo contrario, las cosas podrían seguir empeorando.