Cuplé, polémica música cantada por mujeres
Surgió a inicios del siglo XX, en España. Sus letras causaron controversia por exponer temas eróticos, políticos y cotidianos, cantado únicamente por ellas, carismáticas e hipnóticas
Entre los olvidados géneros musicales se encuentra el cuplé, un tipo de canción española que hoy sonará anticuada, pero hace más de un siglo dio grandes tumbos hacia el erotismo y sátira teatral, interpretado sólo por talentosas mujeres.
Ya sea que lo conozcamos por algún artículo cultural o se esconda entre los discos de nuestros padres, el cuplé merece su mención, pues sus letras y exponentes resisten el paso del tiempo.
Canciones de doble sentido y comedia
De acuerdo con el compositor chileno y entonces colaborador de EL UNIVERSAL, Juan S. Garrido, el cuplé es “canción corta y ligera que se canta en teatro y otros espectáculos, [siendo] poesía callejera de la luz artificial”. Era un polémico espectáculo con temas sexuales, sátiras políticas o sociales y mucho humor.
El cuplé no tiene características rítmicas predominantes; se consideró bohemio, con curiosas letras poéticas y cotidianas a manera de balada. Dentro del género se ubicaron ciertas variaciones; la más conocida fue el cuplé sicalíptico, con letras más explícitas y espectáculos más escandalosos por su erotismo.
Las funciones sicalípticas eran sólo para hombres de clase media, pues las cantantes salían con poca o nada de ropa y los divertían con monólogos chuscos.
Aunque esos números musicales tenían éxito, los encargados de teatros decidieron bajar el nivel de erotismo y tener cuplés más humorísticos o sarcásticos, para que señoritas y familias también disfrutaran del género. Así comenzó el periodo más famoso para los cuplés, entre los años 20 y 30, con grandes exponentes y grabaciones en gramófono para la posteridad.
En voz de las mujeres
En su edición del 5 de marzo de 1922, EL UNIVERSAL describió a las cantantes de cuplé como “apacibles jóvenes enamoradas de su arte”, aunque también debían aguantar severas críticas morales por mantener un entretenimiento “pecaminoso”.
Las llamadas cupletistas no tenían la mejor voz ni eran las más agraciadas de la industria teatral; incluso se consideró que la voz no era necesaria para ser intérprete de este género musical, bastaba tener carisma y personalidad para cautivar a la audiencia.
Entre las cupletistas más relevantes estuvieron Pastora Imperio, Carmen Flores, María Conesa, Consuelo Vello Fornarina y Encarnación López La Argentinita. Más adelante, Sarita Montiel, Lilian de Celis, Olga Ramos y Marujita Díaz continuaron con el género.
Tras el comienzo de la Guerra Civil Española y la dictadura de Francisco Franco, el cuplé quedó prohibido. Fue hasta finales de los 50 que una cinta revitalizó tal género, con un tono familiar y recatado: El Último Cuplé con Sarita Montiel. Este diario sostuvo que al desaparecido cuplé sólo pudo salvarlo el cine, pues algunos teatros españoles “pretendieron resucitarlo sin éxito”. La cinta de 1957 lo logró, con la música “que entusiasma cuando se escucha en la pantalla”.
Hoy ya estamos lejos de los escándalos y prejuicios por las canciones de las cupletistas, pero sería bueno escucharlas de nuevo, tal vez nos diviertan tanto como lo hicieron hace más de un siglo.