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TRABAJAR EN LA SERIE WESTWORLD ES UNA EXPERIENCIA PARTICULAR
Detrás de Westworld, llamada a los seriéfilos.
CUANDO PIENSA EN WESTWORLD, LO PRIMERO QUE LE VIENE A LA MENTE A JAMES MARSDEN ES LA HISTORIA SOBRE UN ABUELO QUE LE DICE A SU NIETO que dentro de cada persona hay dos lobos que siempre pelean entre sí. Uno representa el odio y la codicia, mientras que el otro es la bondad y el amor. El nieto le pregunta qué lobo gana y el abuelo responde: “El que alimentes”. Este cuento describe la trama de la segunda temporada de la serie, ahora que todos los androides del Mundo del Oeste “despiertan”, se rebelan y empiezan a tomar decisiones fundamentales por sí mismos: qué soy, quién quiero ser y hacer. Y aunque los robots se enfrentan a un libre albedrío, no sucede lo mismo con los actores de la serie creada por Jonathan Nolan, pues a la hora de trabajar no tienen mucha elección. “En el set no nos permiten tener teléfonos. No los usamos de todos modos, pero, en ese sentido, hay mucha seguridad. Cuando nos enviaron el guión del piloto, solo teníamos tres horas para leerlo, ¡porque después se borraba!”, confiesa el brasileño Rodrigo Santoro, quien interpreta al bandido Hector Escaton. La serie, que acaba de estrenar su segunda temporada, bien podría llamarse “Secretworld”, porque casi todos se han enterado de las sorpresivas verdades de sus personajes casi en pleno set. Marsden no supo hasta el último episodio de la primera temporada la verdadera identidad de su novia Dolores, interpretada por Evan Rachel Wood. “Los guiones impresos tienen sello de agua en cada página. Si uno se traspapela por ahí, ya saben quién fue el culpable. Pero lo entiendo porque, al final, esta historia es un rompecabezas y siempre hay sorpresas, eso es parte del éxito de la serie. No necesito saber todo, mientras
“AL FINAL, ESTA HISTORIA ES UN ROMPECABEZAS Y SIEMPRE HAY SORPRESAS. ESO ES PARTE DEL ÉXITO DE LA SERIE” –JAMES MARSDEN
yo sepa lo que debo, no tengo problemas”, dice Marsden. Incluso Rachel Wood quedó sorprendida cuando conoció los orígenes de Dolores, un androide que ha sido víctima de repetidos abusos físicos y emocionales por los usuarios del parque temático, en donde quien tiene para pagar el boleto de ingreso puede hacer lo que le venga en gana con los robots. “Tenía varias teorías sobre ella, pero ninguna se acercó a esta dualidad. Interpretarla fue complicado porque ahora ella va y dispara, pero no lo hace por diversión, sino que tiene un motivo. Esa mentalidad de que no hay esperanza es muy pesada”. Algo similar le sucedió al actor Jeffrey Wright, Bernard Lowe, el director de programación de los androides, quien descubre que también es un robot y se da un tiro por ello. “Fue hasta que filmamos el segundo episodio que Lisa Joy (productora del show) me llevó a un rincón y me soltó la bomba. Los demás actores no se enteraron hasta que salió en pantalla. Tuve que guardar el secreto durante mucho tiempo”. Gustaf Skarsgård (de la famosa dinastía de actores suecos), quien se integra a la segunda temporada con un personaje oscuro, dice que es la primera vez que trabaja de esta manera, a la que, por cierto, le ha costado trabajo adaptarse debido a que no sabe hacia dónde se dirige el arco de su personaje. “Es atemorizante y emocionante al mismo tiempo. Una de mis primeras instrucciones fue: ‘Hay un secreto que no sabes. No te podemos decir qué es, pero actúa como si lo supieras’”. En el caso de Thandie Newton, quien interpreta a Maeve Millay, una de las líderes de la rebelión de los androides del parque temático, agradece tanto secretismo no solo para con los actores, sino también con los fans. “Sé que hay un hambre de ser el primero en saber cosas de la serie, pero soy de las que apoya que la información se vaya dando poco a poco, semana a semana; así se hacía la televisión antes”.