Dolce & Gabbana y su revolución en México.
Desde que me dedico a la moda, nunca había visto tal furor para ir a un evento. En el momento que se anunció que Dolce&Gabbana presentaría una colección de Alta Moda en México, había gente dispuesta a lo que fuera para ir al desfile.
Recibí varias propuestas por Instragram para darle mi invitación a alguien más, pero yo no fui la única, todos los invitados recibieron ofertas de este tipo. Y sí, esta fue la primera vez que un desfile de Alta Moda de Dolce&Gabbana se presentaría en la CDM con una colección inspirada en nuestro país. Los mexicanos no eramos los únicos emocionados de estar aquí. Cuando le pregunté a Domenico Dolce y a Stefano Gabbana cómo se sentían de presentar aquí, contestaron al unísono: ‘‘Estamos felices”. Con lo que Stefano, el más extrovertido de los dos, agregó: ‘‘Teníamos un buen presentimiento. Fue espontáneo, ya habíamos intentado hacer algo aquí y después de dos años lo logramos. Tengo mucho contacto en redes sociales con personas de México, mucha gente que les encanta D&G y hay cosas muy similares de México con Italia, desde la religión, los colores, la comida, la felicidad, la música y la forma de disfrutar la vida, es por eso que nos sentimos identificados”. En esta colección tomaron como referencia a Frida Kahlo, los mariachis, la Virgen de Guadalupe, los tejidos indígenas, el sombrero y el color haciendo un híbrido entre el detalle que caracteriza a la dupla italiana inspirados en nuestra cultura. En el proceso de creación de la colección varias de las prendas fueron terminadas aquí con la ayuda de sastres y costureras mexicanos que fueron entrenados por los sastres de la casa italiana. Una semana antes del desfile aquí, presentaron en Nueva York otra colección de Alta Moda. Podría parecer complicada por el trabajo que lleva cada pieza, pero ellos no lo ven así. ‘‘Somos diseñadores. Hacer prendas todo el día es nuestro trabajo, es nuestra vida. ltimamente ves mucha mercadotecnia y grandes compañías, pero los diseñadores trabajan para ya no trabajar por su cuenta, lo hacen para alguien más”, dice Dolce, a lo que Gabbana complementa: ‘‘Empezamos en el momento correcto. Es como una mamá con cinco hijos, uno va a la universidad, otro va a la primaria, otro juega futbol, uno es estilista y el otro pintor, todo lo puede hacer, así es nuestro trabajo”. Y lo más impresionante de cada una de las piezas que presentaron en un lapso de menos de un mes, es que hay una por modelo, si la compras, nadie más la va a tener.