De mar y río
Colombia es un país afortunado por la cantidad de agua que lo circunda y baña su interior. Las personas que subsisten de sus riquezas, sea del mar o del río, dependen de la fortuna de tener un buen día para llevar un plato de comida a la mesa de su hogar o reunir una generosa cantidad de peces para comerciar.
Alegrías y tristezas aparecen en sus días de faena, esa fortuna es ambivalente, parece ser un juego de azar con un toque de magia. Un día introducen las redes en un lugar y no hay nada, al siguiente lo intentan en otro y consiguen un tesoro.
Así transcurre la vida de estos pescadores.