COMO DIRECTOR OPINO
Por la manera en que México enfrentó a Bélgica, con actitud, personalidad, argumentos futbolísticos y contundencia, creo que sí hay motivos para creer que esta generación de jugadores hará historia.
Con este grupo encabezado por el técnico Juan Carlos Osorio, lo que se busca es alcanzar, al menos, el quinto partido en Rusia 2018. A pesar de la buena eliminatoria que se hizo, el equipo dejó algunas dudas, sobre todo por la forma de dirigir que tiene Juan Carlos Osorio. Al colombiano no le fue bien en Copa América, en la Oro y Confederaciones, motivo por el cual se generó mucha incertidumbre.
Sin embargo, con actuaciones como la de ayer, frente a selecciones que pueden ir más allá del quinto partido sin problema, creo que podemos tener otra forma de pensar. De entrada, Osorio tiene bien manejado al grupo, porque se ve compromiso. Al menos los jugadores tratan de responderle en el terreno de juego, cuando en otros procesos ni eso se veía.
El partido, incluso, se pudo ganar. Una lástima la lesión del “Chicharito” en su partido número cien. El delantero siempre está muy participativo en cada partido. No deja de buscar el gol y tras ganar el Premio Nacional de Deportes 2017, igual buscó incrementar su cuenta personal frente al marco rival.
Bélgica tuvo que aplicarse a fondo cuando vio que México tenía muy buenos argumentos futbolísticos sobre el terreno de juego: control y posesión de pelota, profundidad y llegadas claras. Cierto que también Memo Ochoa fue clave. Tuvo intervenciones importantes, porque el partido llegó a estar para cualquiera de los dos, pero al final el Tricolor dejó en claro que no fue menos que su rival en la cancha.
Seguramente contra Polonia vendrán las famosas rotaciones. Los polacos no tuvieron gol frente a Uruguay y tratarán de desquitarse frente a México, que con el 3-3 de ayer, ganó mucha confianza.
Larga jornada futbolera, en la que Honduras se vio mal frente ante Australia y empató 0-0 y creo que el boleto al Mundial se les puede ir en Oceanía. Por aquellas tierras, Perú enfrentó a Nueva Zelanda y el juego también terminó sin goles. Igual Italia se metió en problemas al perder en Suecia y el que ya se apuntó para el Mundial fue Senegal, en un segundo partido contra Sudáfrica. Ahí quedó este antecedente. La FIFA consideró que el juego tenía que repetirse, como creo que debieron repetirse muchos otros por las malas decisiones arbitrales. No vayamos muy lejos, aquel gol fantasma de Panamá nunca debió contar.