Ixcahual, por un riel desierto
No cabe duda de que el triunfo lo consiguen casi siempre los que aprovechan los errores de sus rivales, ya sea en los negocios, en los juegos y también en las carreras de caballos.
El espacio que casi siempre se produce entre el riel de la parte interior de la pista y la acostumbrada trayectoria de los equinos, está al servicio de cualquier jinete y su respectivo caballo o yegua que se arriesgue a introducirse por ese inmenso hueco por el que se habría desplazado el Titanic.
Si en el astillero en el que lo construyeron lo hubieran dotado de cuatro ruedas o cuando menos de un buen patín del diablo, estamos seguros que todavía, el gigantesco Titanic galoparía alegre por los siete mares.
EL TRIUNFO DE IXCAHUATL
Conducido por Javier Tavares, el colorado Ixcahuatl obtuvo un meritorio triunfo en la carrera estelar de anoche en el Hipódromo de Las Américas.
Este ejemplar de la Cuadra San Antonio realizó un cierre oportuno en momentos críticos, pues estaba encajonado por los ejemplares que iban adelante y al que tenía a su lado (Pitayo) en la carrera, pero ya fuera de cortadura, pues estaba agotado tras haber disputado la supremacía con Viad Asquifar, el que ahora era el líder y trataba de evitar el cierre que al unísono realizaban Iluso y Capitanazo por las afueras de la pista.
Fue entonces cuando Tavares realizó la maniobra triunfal, pues tras rebasar al citado Pitayo, Ixcahuatl casi se embarró en el riel interior de la pista y en unas cuantas zancadas alcanzó a los tres líderes y los rebasó para alcanzar la raya de meta con ventaja de un cuello sobre Viad Asquifar, seguido por Capitanazo e Ilusso.