Angelino, dado de alta
Ayer por la mañana el diestro José Luis Angelino recibió el alta médica, luego de permanecer ingresado desde el sábado pasado en el Hospital Central de Apizaco, Tlaxcala, tras ser atendido por el fuerte golpe que recibió en la segunda corrida de feria.
El doctor José Antonio Zamora Lomelí y su equipo consideraron conveniente que el torero continúe con su recuperación en casa, ya que a pesar de la seriedad del golpe recibido en la parte inferior de la cabeza, los signos de recuperación son bastante buenos.
Estará bajo estricta observación médica y en reposo absoluto por diez días, para luego ser valorado por los galenos; sin embargo, José Luis asegura sentirse bien para reaparecer el próximo 27 en el municipio de Zapata.
Queda una vez más, como antecedente en una plaza de provincia, que el manejo de heridos en el ruedo no es el adecuado y aquí cabe señalar que lo implementado por el jefe del servicio médico de la Plaza México, doctor Rafael Vázquez Bayod, es y sigue siendo el más ejemplar a nivel mundial, ya que se ha ocupado a través de cursos en orientar a los monosabios para que ellos puedan dar los primeros auxilios en el manejo de heridos en el ruedo, previo a la intervención de los paramédicos. Esto sin duda ha salvado vidas y evitado lesiones mayores, ya que dichos monosabios están capacitados para manejar a los individuos de manera correcta por si acaso existiera alguna lesión cervical o de columna.
Lo que pasó con José Luis Angelino en el ruedo es la evidencia de que urge concienciar a las empresas para que obliguen a quien así corresponda, implementar cursos parta el manejo de los heridos en el ruedo, a través de los propios equipos médicos al frente de cada plaza. Y esto debe hacerse ya a nivel nacional. México cuenta con médicos de gran renombre en la medicina taurina que han salado vidas gracias a sus nuevas técnicas aplicadas a este tipo de heridos, que incluso no se tienen en Europa. Ojalá todo este conocimiento coincida en algún coloquio dedicado a este problema que está latente y que en cualquier momento puede terminar en una desgracia mayor. Milagrosamente José Luis Angelino no sufrió el pistón del toro en la columna, como se pensó a primera impresión; si así hubiera y tras el manejo que tuvo en su asistencia, ni pensar en las consecuencias. Ojo, bendito Dios que mucha gente le pudo ayudar, pero todo tiene su procedimiento.