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EL CONQUISTAD­OR

- POR VIOLETA ALVA

Paco Jémez ya se convirtió en un personaje importante en la historia de Cruz Azul. El director técnico español llegó para conquistar a La Máquina. Cual moderno Cortés, tal como sucedió hace siglos con sus compatriot­as, el canario llegó a tierra prometida y aunque padeció múltiples batallas y contratiem­pos, al final conquistó territorio Azteca.

Justo ahora tendrá la ocasión de hacer más valiosa su obra, si justo sale airoso del Coloso de Santa Úrsula, escenario de las Águilas del América. Si, el mismísimo estadio Azteca.

Hoy, el ibérico lidera la expedición de los celestes en su búsqueda por el campeonato. La cruz que comenzó a cargar desde hace poco menos de un año, hoy es menos pesada y le da tranquilid­ad para trabajar de cara a la Liguilla por el título.

Pero el camino no ha sido fácil. Varios han sido los que intentaron lograr la hazaña del español: Tomás Boy (2016 y 2015), Sergio Bueno (2015) y Luis Fernando Tena (2015, luego de clasificar­los en 2014), mas ninguno de ellos pudo conseguir nada.

Tres explorador­es y más de tres años de sinsabores han sido algunas de las peripecias por las que ha navegado La Máquina, hasta que él apareció, como de la nada.

A principios de 2017, Jémez, provenient­e de Granada, fue presentado como solución a tanto sinsabor. Éste no tenía grandes antecedent­es, pese a lo cual se propuso romper con los “fantasmas” del pasado; sin embargo, le costó mucho, sobre todo en su primer torneo.

El conquistad­or español se apoderó del equipo, no así de algunos detractore­s. La presión comenzó a superarlo, se dio cuenta que, como le pasó a Hernán Cortés, los planes que pensó en un inicio eran más fáciles que a lo que se enfrentaba en la realidad. Los medios de comunicaci­ón, altercados con aficionado­s y declaracio­nes desafortun­adas fueron algunas de las razones para que prefiriera no salir de su trinchera.

Pero se sobrepuso. Se enfocó en su equipo y la superiorid­ad técnica europea se impuso. Los números no son como lo hubiera querido, pero son más las victorias que las derrotas. La balanza se inclinó a su favor.

Hoy su futuro se centra en conseguir el campeonato y la oportunida­d de llevar a los celestes al título. Su contrato termina en diciembre y se dice que regresará al Viejo Continente, con una Liguilla como el gran tesoro descubiert­o. La historia aún se escribe. Hoy el ibérico tiene a Cruz Azul en cuartos de final, con la oportunida­d de terminar con esos casi 20 años sin coronarse, logro que sin duda lo haría una pieza importante en los libros del futbol mexicano.

Más de una noche triste tuvo Jémez este año al frente del equipo, pero hoy es tiempo de reír.

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