Los Silveti remontaron
La reseña de la corrida del martes de Carnaval en Jalostotitlán, Jalisco, no da idea del panorama que se vivió en la plaza Fermín Espinosa “Armillita”, donde además de la Puerta Grande que lograron los Hermoso, a caballo, quedó en la retina la actuación de los Silveti a pie, a pesar de la mácula del acero.
Pablo Hermoso de Mendoza, ante un toro de la Estancia, señaló dos pinchazos para retirarse en silencio. En su segundo, después dar cátedra de toreo a caballo, lo mató sin puntilla y cortó dos orejas.
Diego Silveti, ante su primero, un toro bonito de hechuras pero que se acalambro, lució con la muleta en una faena muy aseada y con clase. El toro tuvo calidad, pero nula transmisión debido a su poca fuerza. Remató con lacernistas y pegó una buena estocada entera. Tuvo petición de oreja que el juez no concedió y fue ovacionado.
A su segundo, de Pablo Moreno, lo bordó con el capote en verónicas de gran calidad y en un extraordinario quite por gaoneras. El toro se des pitorró y el ambiente se fue a menos, por lo que Silveti regaló un toro de Pablo Moreno muy serio. Con el capote estuvo empeñoso y con la muleta instrumentó una faena de garra que caló fuerte. Por desgracia lo pinchó en dos ocasiones y perdió las dos orejas. A cambio fue fuertememnte ovacionado.
El toro de Paco Santoyo, para Guillermo Hermoso de Mendoza, tuvo fuerza aunque con buena calidad, le puso empeño el joven caballista. Después un rejonazo le fue concedida una oreja. Ante el séptimo de El Siete, de buen juego, realizó una faena completa ante el contento del público. Estuvo certero con el rejón de muerte para cortar otras dos orejas
Juan Silveti, en su primer novillo, que salió acalambrado y fue cambiado por otro del mismo hierro, hizo un quite escalofriante por gaoneras y con la muleta, un trasteo con aroma, torería y personalidad. Mató de un estocadón para recibir una gran ovación. El octavo, de Pablo Moreno, desarrolló sentido y Juan poco pudo hacer, para resultar silenciado.