Valdez VS.
Una sola victoria puede lanzar al estrellato la carrera de un peleador. Alguien que goza de esa situación es Óscar Valdez, quien conmocionó a fans y escritores de boxeo por igual con su aplastante desempeño contra un súper favorito Miguel Berchelt, para arrebatarle la corona superpluma del WBC.
De inmediato, se especuló que podría medirse a corto plazo contra Gervonta Tanque Davis, Shakur Stevenson o Leo Santa Cruz.
Como doble competidor olímpico, Valdez fue testigo de la grandeza de Vasiliy Lomachenko, conquistador de dos medallas de oro en la máxima justa deportiva.
Valdez fue uno de los excelentes púgiles a los que el ucraniano apodado Hi-tech venció en su ruta para alcanzar el Olimpo en Beijing 2008 (peso pluma) y Londres 2012 (ligero), tras lo cual deslumbró con sus éxitos como profesional.
Pero, Lomachenko no respondió a las expectativas en su choque de monarcas de peso ligero contra Teófimo Stevenson, en lo que fue un extraño desempeño de su parte al “dejar ir” la mitad de la pelea con una táctica excesivamente cautelosa, aunque después haya explicado que tenía lastimado el manguito rotador del hombro derecho y debió ser sometido a cirugía. Dos años antes, cuando derrotó a Jorge Linares, se había operado el mismo hombro.
Frank Espinoza, manejador de Valdez, se reunió a mediados de esta semana con el invicto doble campeón del mundo y su padre, del mismo nombre. Frank Espinoza júnior fue testigo del acto en que Óscar recibió como regalo un costoso reloj de legendaria marca.
Espinoza calificó al actual rey de las 130 libras como “el boxeador más leal".
Frank se congratuló de haber llevado a su representado con Eddy Reynoso y asentó que “dentro del equipo, no hubo duda de que vencería a Berchelt”.
El astuto mánager aclaró que en cuanto a lealtad no se queja de ninguno de otros extraordinarios pugilistas que ha dirigido, entre ellos Israel Magnífico Vázquez y Ábner Mares. Nos consta que sin la iniciativa de Espinoza, el mundo no hubiese contemplado la fabulosa trilogía de peleas de campeonato supergallo entre Vázquez y Rafael Márquez.
Jackie
Nava y Karina Bella Fernández se vieron las caras en rueda de prensa que ofreció Zanfer en el Grand Hotel Tijuana, con miras a su combate a 10 rounds en peso supergallo, a efectuarse este sábado en ese mismo escenario y que transmitirá Azteca 7.
“A Jackie la veía cuando yo era niña y desde entonces la admiraba, y pensar que pelearé con mi ídola es una gran ilusión y motivación, por ello me preparé al máximo, porque sé de la calidad de peleadora que es y porque vengo a su casa, a ofrecerle una
La gran pelea. Sé que llevándome la victoria, vendrán cosas muy grandes en mi carrera”, aseguró la Bella.
La originaria de Chihuahua declaró que admira a Jackie como boxeadora y como mujer, pues ha demostrado ser una buena esposa, una buena madre, que es muy preparada, que es muy sencilla y que ha motivado a mujeres, a las nuevas generaciones, a seguir sus sueños.
Jackie Nava expresó: “Me preparé a conciencia porque para mí, la pelea más importante es la que tengo adelante, sabemos que no hay enemigo pequeño arriba del ring, que ella va a subir con la mejor preparación y no estoy dispuesta a dejar mi legado, que tantos años, sacrificios y esfuerzos me ha costado”.
La peleadora tijuanense lamentó que no habrá público y pidió a la afición seguir la transmisión, porque los promotores aún en estas condiciones mantienen activo al boxeo con atractivas funciones.