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Reputación restableci­da

SALVAR PUNTOS PARA EL ATLÉTICO DE MADRID YA SE HA VUELTO TODA UNA RUTINA PARA EL PORTERO JAN OBLAK

- POR MIGUEL ÁNGEL MORENO / EFE

Madrid, España.- Son incontable­s las ocasiones en las que el portero Jan Oblak ha sido determinan­te para el Atlético de Madrid, pero los penaltis se habían convertido, últimament­e, en un dolor de cabeza para él. El domingo, frente al Alavés, el esloveno se sacó la espina al atajar el penalti de Joselu Mato, a media altura y a su derecha, tras una falta imprudente de Stefan Savic, quien le dio un codazo a Luis Rioja, en una jugada que parecía intrascend­ental.

La pena máxima ponía en riesgo la victoria del Atlético de Madrid y su ventaja como líder de la Liga española, pero apareció Oblak, salvador una vez más.

Que el Atlético de Madrid sea el equipo menos goleado del torneo, con sólo 18 tantos en contra, tiene relación directa con el trabajo de Oblak.

No en vano es el tercer portero que más atajadas ha realizado en la Liga española: lleva 74, una media de 2.64 por partido.

Sólo lo superan los españoles Edgar Badía, del Elche; y Jaume Doménech, del Valencia; cuyos equipos han recibido más goles: 42 y 38, respectiva­mente.

Sin perder una pizca de su valor determinan­te y su posición entre los mejores porteros del mundo, es cierto que en los últimos tiempos los penaltis se le habían atragantad­o al portero esloveno.

De hecho, hay que retroceder casi tres años, hasta el 12 de mayo de 2018, para encontrar la última atajada de Oblak a un cobrador de penalti.

Desde entonces, Oblak había recibido, hasta el del domingo, 15 lanzamient­os, sin contar tandas de penaltis; 13 de ellos acabaron en gol y dos fueron fallados.

Racha complicada para un portero que no hace mucho, en la temporada 2017-2018, detuvo tres de los cuatro penaltis a los que se enfrentó en la Liga española.

Cada vez que se dispone a recibir un tiro desde los 11 metros, al esloveno le persigue la tanda de penaltis que decidió la final de la Champions League de 2016, en Milán, donde no fue capaz de detener ninguno de los cobros que acabaron por darle la victoria al Real Madrid, ante el que también sufrió en la tanda que decidió la Supercopa de España de 2020, en la que no pudo atajar ninguno de los cuatro tiros rivales.

Lo cierto es que excluyendo esos dos momentos, que no obstante fueron claves para perder dos títulos, la ratio de Oblak durante los penaltis no muestra un mal portero en esta lid. Más bien todo lo contrario.

Oblak ha tenido que enfrentars­e, desde que llegó al Atlético de Madrid, a 28 lanzamient­os de penalti entre todas las competicio­nes y sin contar las tandas de penaltis. De ellos, atajó ocho, dos se fueron fuera y 18 terminaron en gol, lo que supone el 28.5 por ciento de acierto para el portero.

Comparando sus datos con los de los porteros de los dos máximos rivales por el título, el Barcelona y el Real Madrid, ninguno de ellos mejora sus datos: el alemán Marc André Ter Stegen ha parado siete de 29 lanzamient­o, con el 24.1 por ciento; mientras que el belga Thibaut Courtois ha atajado 2 de 19, con el 10.5 por ciento; en ambos casos descontand­o las tandas de penaltis.

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/ FOTO: AFP El esloveno se sacó una espina, al atajar el penalti con el que Atlético pudo haber cedido terreno en la lucha por el título.

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