El infierno según Raúl Rodríguez
Tras una labor social de una década, comparte testimonios de quienes superaron la oscuridad
En su novela El infierno en 12 pasos (Editorial Cangrejo), Raúl Rodríguez, comparte testimonios de quienes han perdido su libertad por culpa de sus demonios internos, y que han logrado regresar al mundo de los vivos con base en un esfuerzo inaudito de superación espiritual.
No es un libro de entrevistas, aunque se basa en ellas; tampoco es de autoayuda, aunque da claves importantes sobre cómo superar todo aquello que nos aflige y nos detiene en nuestro camino hacia la superación personal. Todo es ficción y relato novelado, pero nada es ajeno a la condición humana.
¿Cómo nació el proyecto? "Hace 10 años tuve una crisis de insomnio muy fuerte. Una amiga me recomendó la meditación. Acudí a un Asam y el gurú nos recomendó hacer labor social para enfrentarnos con otros que sufrían más que nosotros. Nos invitó a un reclusorio donde tuvimos aceceso a enfermos terminales, gente en situación de calle abandonados y fue una experiencia tremenda".
Rodríguez asegura que fue un viaje por la oscuridad del ser humano pero que lo que lo motivó a escribir esta historia fue justamente conocer a aquellos "que pudieron ser capaces de voltear a la luz y salieron de sus tinieblas".
Lector asiduo de las novelas de Arthur Conan Doyle y Agatha Christie, el autor califica su libro como una novela negra que pretende ser lúdica y entretener al lector. "Aun así el texto conlleva un mensaje, creo en la literatura comprometida, en el sentido de que el escritor debe de ya se encuentra en librerías físicas y digitales impactar a su realidad y a su comunidad a partir de sus textos. Por lo tanto sí pretendo generar una reflexión en quien me haga favor de leer esta historia".
La novela tiene como base la invitación budista que invita al desapego. "El budismo te habla de que no tengas apego a lo bonito y tampoco desapego a lo feo; nos hace ver la realidad que a veces no queremos ver y de la que nos queremos fugar. Todas son historias muy fuertes. Tanto, que hubo algunas con la que no pude, que fueron las de los ancianitos abandonados. Fue necesario mantener distancia de cada relato para poderlo recrear sin un sentimiento que me derrumbara".
Es la segunda novela del escritor mexicano y se presentará en la Feria del Libro de Medellín, Colombia, de donde es su editorial