La Revolución no fue única: Martínez Assad
El historiador presenta un libro sobre el gobierno de Tomás Garrido Canabal en Tabasco
Para el historiador Carlos Martínez Assad, la Revolución mexicana tuvo diferentes versiones según la organización socioeconómica de cada estado. Sería, afirma en entrevista, un error insistir en que el centro del país fue el único escenario del levantamiento civil: "Es necesario acuñar la idea de que la Revolución no fue única", ataja el también sociólogo, escritor y académico de la UNAM.
Un ejemplo de ello es Tabasco, un estado que se convirtió en el laboratorio de la gesta revolucionaria, pues antes de que ésta concluyera en la zona centro, los tabasqueños vivían un proceso de modernización basado en la participación de toda la sociedad, una educación amplia y oportunidades de desarrollo para hombres y mujeres; el anhelo para todo el país.
De ello da cuenta el historiador en el libro El laboratorio de la Revolución. El Tabasco garridista (FCE) donde analiza el periodo de gubernatura de Tomás Garrido Canabal de 1922 a 1935, quien impulsó al estado basado en la producción y exportación de su principal moneda: el plátano.
"El término de ‘laboratorio de la Revolución’ no lo acuñé yo, fue el presidente Lázaro Cárdenas cuando como candidato visita Tabasco y se encuentra con lo que organización social durante el gobierno de Garrido Canabal ha hecho Garrido con los jóvenes tabasqueños ‘camisas rojas’, lo entiende como un ensayo, porque así se quería organizar a la sociedad luego de la Revolución".
El ganador del Premio de Ciencias y Artes 2013 refirió que mirar en retrospectiva el pasado de Tabasco es comprender que la historia oficial suele ser imprecisa.
"Muchas veces según los regímenes presidenciales, se convierte en una historia sexenal; todo se ve desde el centro del país. Por eso mi interés en acercarme a algo que no está contemplado en los libros".