Documenta una amistad sin prejuicios
El 20 de abril de 2015, dos de las pinturas realizadas por la artista Barbar fueron robadas de la Galería Nobel de Oslo. Los ladrones fueron capturados y llevados a juicio, donde la pintora tuvo la oportunidad de acercarse a uno de ellos.
Bertil era un hombre de aspecto rudo, cubierto de tatuajes, pero lejos de recriminarle lo que hizo, la artista forjó una amistad con él, y lo convirtió en inspiración de una serie de retratos al óleo.
"No tenía ningún plan de decir ‘éste será mi nuevo amigo’. Esto simplemente evolucionó naturalmente", comenta a El
Sol de México vía Zoom. "La gente merece una segunda oportunidad, y fue una de las razones por las cuales estaba muy positiva sobre la propuesta de reunirme con él. Siento que eso pasa cuando quitas tus prejuicios y ves a la persona como es".
Barbar plasma la historia de esta relación en el documental La pintora y el ladrón, dirigido por el noruego Benjamin Ree, quien obtuvo una nominación al Premio del Sindicato de Directores 2021.
Una de las escenas más emotivas es cuando el joven rompe el primer retrato de Barbar. "Él no estaba en el mejor periodo de su vida, y de alguna manera se sentía afectado por la realidad del mundo, necesitaba sentarse y reconfortarse. Después vio la pintura, no estaba preparado para las emociones de ese momento, cuando se vio sin ningún filtro", comparte.
"Yo estaba teniendo dudas serias, empecé a preguntarme si era realmente bueno el hecho de grabar eso. No me hice rica, pero alimenta mucho mi imaginario como pintora", añadió.
La pintora resaltó su deseo de transmitir un mensaje de empatía a través de este documental, pues considera que para romper prejuicios es necesario aprender el valor del perdón, y empezar a ver a "los malos" como personas con virtudes y defectos, al igual que el resto de los seres humanos.
La cinta ya está disponible en Cinépolis Klic, Amazon y Apple TV.