Buenos propósitos

Ninguno de los peloteros mexicanos recurrirá al arbitraje salarial, todos lograron llegar a un acuerdo con sus respectivos equipos y evitaron entrar en polémica con su directiva. Incluso jugadores que recién llegaron a su nueva organización lograron un acuerdo salarial, como los casos de Alex Verdugo y Víctor González que llegaron mediante un par de cambios a los Yankees de Nueva York. La directiva neoyorquina les hizo una atractiva oferta que no rehusaron. Verdugo ganará 8.7 millones de dólares, y el nayarita González apenas 860 mil dólares.

Patrick Sandoval (Angelinos) ganará 5.02 MDD, José Urquidy (Astros) 3.75 MDD; Alex Kirk (Toronto) 2.8 MDD; Jojo Romero (San Luis) 860 mil dólares; Luis Urías (Seattle) 5 MDD; Ramón Urías (Baltimore) 2.1 MDD.

Randy Arozarena tuvo un salario de 4.15 millones de dólares con los Tampa Bay Rays y con sus 23 cuadrangulares ayudaron a que le dieran un aumento casi del doble. 8.1 MDD será el salario que tendrá el naturalizado mexicano.

Su compañero Isaac Paredes tendrá el sueldo que alguna vez soñó en tener, de 735 mil dólares que recibió en 2023 ahora su salario será de 3.4 MDD.

Al que parecía que el año no había empezado bien con él, fue con el pitcher derecho Daniel Duarte, porque los Rojos de Cincinnati lo colocaron en la lista de asignación, por suerte para el lanzador de 27 años, fueron los campeones Rangers de Texas, quienes lo reclamaron y de inmediato lo colocaron en su roster de 40 peloteros. Ahora dependerá de Duarte, si hace el equipo grande o lo mandan a sucursales.

Cincinnati llegó a tener tres peloteros tricolores: Luis Cessa, Duarte y Alejo López. Y ahora el panorama parece ser completamente diferente.

Naranjeros de Hermosillo es el primer finalista de la Liga Mexicana del Pacífico, barrió con los Águilas de Mexicali, quienes el próximo año serán los anfitriones de la Serie del Caribe, que este 2024 se efectuará en Miami, en la casa de los Marlines.

Naranjeros representó a México en 1990 cuando la Confederación de Beisbol del Caribe se la llevó a Miami por dos años y no le fue nada bien.