Dedicada a Ernesto López Robles

CUANDO UN JUGADOR PLURIFUNCIONAL SE VA, es muy difícil encontrar el reemplazo. Un hombre de estas características ejerce un liderazgo que contagia dentro y fuera de la cancha, con su inteligencia maneja los hilos del juego, buscando el bienestar de todos en el club antes que el de él mismo. Un líder es así, primero los demás, y después está él.

EN CUALQUIER POSICIÓN DA BUENOS RESULTADOS. En la portería evita que la misma sea vulnerada por los rivales que también viven en el vestidor. Da seguridad en la retaguardia, con la visión de campo que es parte importante en el desarrollo del partido; esa visión ayuda a que el equipo funcione como reloj para avanzar en la cancha. Su inteligencia de salida suma.

CUANDO JUEGA DE LATERAL anda ida y vuelta buscando oportunidades para generar ataques, ayudando a la ofensiva, así como en la defensa, a la par que se convierte en pistón que le da un envión al conjunto para estar seguro en ambas bandas al frente como atrás. LOS CENTRALES REGULARMENTE forman parte de esa columna vertebral de liderazgo. Fuertes por arriba como por abajo, buenos rematadores a balón parado cuando se suman al frente, como sólidos marcando al rival, a la hora de defender, en un mundo que cada vez es más táctico, como complicado.

EN EL MEDIO CAMPO ES EL EQUILIBRIO DE CUALQUIER EQUIPO. Desde la contención, que se pone el overol, con una labor callada, pero muy eficaz. Los volantes ofensivos con ese disparo a la hora oportuna, la posesión y buen manejo del balón cuando es necesario para no dárselo al rival, manteniendo el partido con el resultado favorable.

AL FRENTE, LOS EXTREMOS ABIERTOS abren la cancha con gran velocidad y con jugadas de picardía y habilidad para que los delanteros matadores del área aprovechan para dar la victoria.

UN HOMENAJE A UN PLURIFUNCIONAL. Porque eso y más es Ernesto López Robles, quien ha dejado la vicepresidencia de FOX SPORTS para atender su salud. Ese hueco que deja nadie lo llenará. Yo lo extrañaré siempre. Hoy en este espacio semanal no habrá la acostumbrada pregunta, tampoco no aparecerá la tradicional posdata, porque es difícil comprender el porqué, como será el camino sin su grata presencia.

Te quiero Ernesto. Siempre en mí.