Volvió a amar el balompié
La carrera de Iván Ochoa lo ha llevado desde Pachuca a Zacatecas, también a León, la Ciudad de México e incluso Chile, pero perdió el amor por la pelota durante el camino. El nacido en Tampico, Tamaulipas, se volvió a sentir futbolista en el Real Estelí. El Tren del Norte siempre apostó por él, fue por eso la principal razón por la que decidió mudarse a tierras centroamericanas. “Creo que lo que más me gustó es que se fijaron en mí, que me permitieron volver a sentirme parte del futbol, parte de jugador, volver a competir, ya sabíamos que tenían la clasificación a Concacaf, no sabíamos el rival, pero después, en lo personal fue especial venir a jugar acá. Me buscaron, confiaron en mí y me siento pleno”.
Sabe que en México no es sencillo llegar a Primera División para el futbolista nacional. “Es un tema en México, se ha tratado trabajar de mejor manera, pero al final, yo creo que no pasa por suerte, hay factores que no pasan por las manos de un jugador, pero no creo que sea suerte, se ha demostrado que muchos mexicanos se han ganado su sitio y son grandes jugadores, solamente tocar ese punto, que debería haber más oportunidades para los mexicanos”, señaló.
Ve un crecimiento en tierras nicaragüenses. “No hay una gran diferencia, digo, a mí me ha tocado estar en México y lo he dicho, en selecciones menores, malamente, a veces volteamos a ver para abajo al futbol de Centroamérica y eso está mal, creo que no se puede generalizar en ese sentido, del lado del profe, un referente del club y del país, tiene sus méritos, ha hecho las cosas bien, qué puedo decir, entiende el futbol, aunque nos enfrentemos a otro tipo de equipos, sabe y analiza perfecto, quiere plasmar lo que se entrenó en la semana”.
Los estadios son lo único distinto. “Pues llevo poco tiempo, tengo tres partidos, yo al llegar, al toparme con sorpresas en el buen sentido, hay talento, esfuerzo, lo que sí, la comparación con nosotros,
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