Nada que hacer
SALERNITANA FUE UN CHEQUE EN BLANCO FRENTE AL INTER DE MILÁN, QUE LE MANDÓ UN AVISÓ AL ATLÉTICO
Milán, Italia.- Una nueva exhibición de superioridad, física y táctica, fue la que rubricó por enésima vez en la temporada el Inter de Milán, que este viernes pasó el rodillo ante el Salernitana del portero mexicano Guillermo Ochoa, al que goleó 4-0 a cuatro días de enfrentar al Atlético de Madrid en la ida de los octavos de final de la Champions League.
Inter de Milán da miedo a cualquiera equipo en Italia. Es el mejor equipo, con diferencia, de toda la Serie A, y llegará al importante duelo continental en plena forma, después de haber atropellado a un paupérrimo Salernitana, último lugar en la clasificación, con todo y que Ochoa evitó que la humillación fuera todavía peor.
Los dirigidos por Simone Inzaghi, que por cierto no pudo enfrentarse a su hermano Filippo en el duelo de técnicos porque fue despedido el domingo pasado, son un engranaje perfecto. Un sistema de tres centrales con dos carrileros y dos delanteros perfectamente engrasado. Además, con un fondo de armario muy grande que le permite rotar sin problemas.
Lautaro Martínez, Marcus Thuram, Henrij Mjitaryán y Hakan Çalhanoglu fueron sustituidos al minuto 60; otros como Matteo Darmian o Federico Dimarco, habitualmente titulares, ni si quiera saltaron al campo.
Y fue un recital desde el primer minuto el de los Nerazzurri, que no se apiadaron en ningún momento de su rival, prácticamente descendido tras tres temporadas en Primera División.
El partido fue un monólogo. En los primeros 20 minutos Thuram envió el balón al poste, al igual que Nicolo Barella; Çalhanoglu exigió a Ochoa, Lautaro falló una ocasión clarísima... y hubo dos goles.
Primero de Thuram quien, pese a que es un recién llegado, parece que lleva jugando cinco años con la camiseta del Inter de Milán. La adaptación que ha tenido es plausible y volvió a dejar su sello en San Siro, que lo quiere como a un canterano.
El galo aprovechó el centro de Carlos Augusto desde el costado izquierdo y, de primera intención, remató con el interior del pie para abrir el marcador al minuto 17.
Ni dos minutos pasaron y Lautaro se redimió de su error con un tiro desde la frontal que alargó la fiesta de la afición, que venera a su capitán y líder.
Denzel Dumfries, en el ocaso del primer tiempo, sentenció tras aprovechar varios rebotes en el centro del área.
Fue una primera parte para enmarcar, con el Inter de Milán desatado, sin que Ochos siquiera hacer algo para frustrar los embates del rival.
Para el segundo tiempo saltó la Unidad B del Inter de Milán. Alessandro Bastoni también se marchó sustituido para descansar, mientras que Alexis Sánchez y Marko Arnautovic quedaron al mando de la ofensiva.
Con una marcha menos, el Inter de Milán se dejó llevar y aumentó el resultado. Arnautovic marcó a placer tras el centro de Dumfries, en el último suspiro, al aprovechar el toque de un defensor que lo dejó solo ante Ochoa.
Inter de Milán volvió a arrasar, se divirtió ante el último lugar en la clasificación y ya huele el Scudetto, pero eso no es una novedad. Los Nerazzurri ya piensan en el Atlético de Madrid, en un duelo trascendental de Champions League al que, además, llegarán con un día más de descanso que su rival.