Volvió a practicar el espionaje
Roma, Italia.- Paulo Dybala es el mejor jugador de la Roma bajo las órdenes de Daniele De Rossi y ayer lo demostró con su triplete en la victoria de 3-2 sobre el Torino, que mantiene muy vivo el sueño del club por regresar a la Champions League.
Exhibición en el Olímpico de Roma. No se puede resumir mejor su actuación en uno de los partidos más importantes del calendario, ante un rival directo por las posiciones de acceso a las competiciones continentales de la próxima temporada.
Tras el agónico triunfo en los penaltis frente al Feyenoord, el jueves en la Europa League, la rutina de la Liga italiana brindó la oportunidad perfecta de alargar su gran momento y de mantener las opciones de soñar con la Champions League.
Y apareció Dybala para solucionarlo todo él solo. El campeón del mundo con la selección argentina en Qatar en 2022, anotó el penalti cometido sobre Sardar Azmoun, al minuto 42, y señaló el camino a sus compañeros.
Sin embargo, ni el gol inicial ni la altura de los tres centrales titulares pudieron evitar el remate de cabeza por parte de Duván Zapata, en el centro del área, para lograr así el empate provisional, sólo dos minutos después.
Michele Orecchio, analista del Torino, fue descubierto el domingo durante el entrenamiento de la Roma previo al partido que ayer enfrentó a ambos equipos, algo que ya sucedió la temporada pasada.
El club de la capital no fue consciente de los sucedido, a diferencia de lo que pasó en abril de 2023, cuando fue descubierto por Nuno Santos, asistente técnico de José Mourinho, lo que provocó que suspendiera la sesión.
Esta vez fueron las autoridades las que encontraron en un control rutinario al analista escondido entre los árboles con aparatos tecnológicos para monitorizar la información del rival.
En cuanto fue descubierto, la policíalo alejó de los campos y lo expulsó de los aledaños de Trigoria.
Pero tener a uno de los jugadores más decisivos de la Serie A es una ventaja enorme. Y cuando más lo necesitaba De Rossi, volvió a aparecer su estrella con un tiro desde fuera del área, en el minuto 57.
Explotó el Olímpico con su referente, pero no había terminado su show. A falta de 20 minutos para el final se encargó de disipar cualquier atisbo de sorpresa, con una jugada que cocinó con Romelu Lukaku, quien sirvió en profundidad para que el argentino cruzara su disparo.
Sólo un autogol del defensor Dean Huijsen, en el minuto 89, avivó un partido ya visto para sentencia, tras el cual, Roma quedó a cuatro puntos del objetivo.
Horas después, en el otro duelo del día, la Fiorentina se sobrepuso al gol de Luis Alberto (45') y ganó 2-1 gracias a Michael Kayode (61') y Giacomo Bonaventura (69'), en un partido en el que incluso falló un penalti (68').