Rescata la flota
DON ALBERTO TRABAJA SIN DESCANSO EN LAS EMBARCACIONES EN LAS PLAYAS DE ACAPULCO
Acapulco. - Mario Abarca tuvo “suerte”, cuando Otis apareció y con su furia destrozó rincón por rincón de Acapulco. Una de las embarcaciones con las que trabaja estaba en reparación, aparcada, eso la salvó, y ahora, a cuatro meses del huracán, tiene la fortuna de poder trabajar, “aunque sea para lo que salga, pero es una bendición”.
“Somos el gigante dormido. Estamos como que despertando ahorita y ya estamos a la espera de que nos vengan a visitar. Obviamente los hoteles de mayores estrellas todavía no abren, pero pues creo que ya faltan como 15 días. Y los que estamos, pues estamos dando buen servicio. Yo creo que ahorita es tiempo de resurgir. Y estamos haciendo las cosas, si no mejor que antes, le estamos echando muchas ganas”, dijo Mario a ESTO.
Pero la suerte que jugó a favor de Don Mario y la cooperativa de la que es miembro no fue la misma para centenares de personas que perdieron su bote; peor aún, que se quedaron o dejaron sin trabajo a una familia o a dos o a tres, y en algunos casos hasta 10.
No existe un reporte oficial definitivo de la cantidad de embarcaciones que Otis aniquiló, se estima que fueron alrededor de 600, pero el censo continúa.
Sin embargo, Abarca calcula que mínimo unas 400 no existen.
Los estragos de las pérdidas se ven retratados en playa Manzanillo. Las olas rompen apenas pasando un par de lanchas que fueron rescatadas y que flotan a unos metros de la orilla, a la espera de llenarse de turistas. Pero cuando el agua sigue su curso y
REPARADOR DE BOTES
Acapulco, además de ser un puerto turístico, necesita un astillero para la gente de servicios turísticos”
ALBERTO LARA comienza a mezclarse con la arena, es ahí cuando acaricia decenas de embarcaciones que descasan destrozadas en el “cementerio”, como se le ha llamado a la zona.
Al fondo del lugar ya laboran para reparar algunos botes y poder echarlos a andar. Alberto Lara de los Santos es el encargado y aunque tiene mucho trabajo, la realidad es que rescatar las flotillas va ser una tarea titánica, pues la reparación es muy costosa.
“Hay embarcaciones que es una reparación mayor, pero todo es dependiendo del