Acostumbrado a golear contrarios
América es un equipo que está acostumbrado a ser contundente cuando enfrenta series decisivas y lo mostró en la cancha del estadio Akron, tras imponerse 3-0 a Chivas, en el partido de ida de la Copa de Campeones de la Concacaf.
En su historia, el equipo que comanda André Jardine tiene a su favor uno de los marcadores más escandalosos en una Liguilla: en la ronda de grupos de la campaña 1976-77 vapuleó 7-1 al Atlético Potosino, en la mejor goleada de las Águilas en fase final.
En torneos de Concacaf, la más reciente ocasión que destrozó a su rival fue en la edición 2014-2015 de la entonces conocida como Liga de Campeones, cuando se impuso 6-0 al Herediano de Costa Rica, con una destacada actuación de Darío Benedetto quien consiguió cuatro goles, y cerraron la cuenta Carlos Darwin Quintero y Alejandro Díaz.
En Liguilla, América y Chivas suelen ser encuentros parejos y con pocos goles de diferencia. El marcador más holgado a favor de los azulcremas se dio en la vuelta de las semifinales de 1990-91, tras imponerse 3-0.
Si bien es cierto la goleada en contra de Chivas no fue tan escandalosa en la Copa de Campeones de la Concacaf, la eliminatoria prácticamente está sentenciada, porque los tapatíos tendrían que clavarle por lo menos tres goles y no recibir ninguno para que la serie se alargue.
La contundencia de las Águilas del América quedó de manifiesto en el estadio Akron, ante un rival que puso menor resistencia que el Real Estelí de Nicaragua, con el que el cuadro mexicano sufrió para vencerlo en la ronda de 16vos de final, en tierras centroamericanas. /
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