Ellas siempre ganan
EN LA ARENA MÉXICO SE VIVIÓ UNA FUNCIÓN HISTÓRICA CON LUCHAS 100 POR CIENTO DE MUJERES
Entre llaves, vuelos, clase, campeonatos y nostalgia, las Amazonas conquistaron la Arena México y a la Lucha Libre nacional, con emotivos duelos llenos de buena lucha y gran ambiente, que entusiasmaron al público . Las calles cercanas a la Arena México se pintaron de morado. Entre las playeras y los pañuelos que utilizaban la mayoría de los que ingresaban al recinto, esa tonalidad, digna de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, predominó. Dentro del inmueble, el mismo color adquirieron las cuerdas del ring y las luces.
El cartel de la función prometía el 100 por ciento de participación femenina, entre la disputa de Copas, Campeonatos y Cinturones. Todo, para conmemorar una fecha tan importante para el feminismo contemporáneo, desde luchadoras, réferis y hasta anunciadora que mostraba su voz para dar arranque a la histórica noche.
La función morada continuó con aplausos que se llevaban las Amazonas de los encordados que lucían vistosos equipos y que prendían al público apenas aparecían en la Arena México.
Eufóricamente se escuchó un grito cuando la histórica pionera de las gladiadoras femeninas, Irma González, apareció con esa sonrisa encantadora, ese porte único que a la fecha conserva y un carisma entrañable que la ha hecho inolvidable. Irma, veía con amor la arena repleta de aficionados que querían ver la lucha de las Amazonas, quienes supieron perfectamente que hoy era ese día especial para la lucha libre femenil.
Un cartel repleto de gladiadoras, ¿Quién iba a pensar eso en los años 50 del siglo pasado cuando incluso era mal visto y hasta prohibida la lucha libre femenil?
La misma Irma había vivido esa prohibición, pero dicha ley era poca cosa para ella, pues pese a todo salió adelante, fue campeona y dejó una huella imborrable en el pancracio nacional, tan icónico que a la fecha el público se sigue rindiendo a sus pies, por sus grandes hazañas.
Las máscaras rosas se hacían presentes entre la afición en las niñas que veían con asombro a las Amazonas volar, luchar y ganar arriba del ring y abajo de él.
Su admiración era infinita, los ojos brillaban y en esa imaginación infantil alzaban la mano cada que una ganaba sintiéndose ella.
Marcela, una de las máximas estrellas históricas, ganó la Copa Irma González, entregada por la misma leyenda.
Al triunfar, vio que una de sus ídolos de la infancia le entregaba el trofeo, levantó sus manos y cumplió el sueño de muchas.
El resto de la noche fue emotivo con guerreras en el ring dejando enorme nombre de las Amazonas en alto, poniendo el corazón, la garra y el talento para ganarse el corazón del público.