Deja claro que es hasta morir
Fernando Gorriarán reconoció que Tigres no tendrá margen de error cuando enfrente a Orlando City en busca de un boleto a los cuartos de final de la Copa de Campeones de la Concacaf, donde los felinos parten como favoritos al ser locales.
"Siento que es un partido de vida o muerte, matar o morir, no hay mañana, es el partido más importante del año, lo afrontaremos de la mejor manera, y no dudo que será un partido complicado ante un gran rival", dijo.
El atacante uruguayo señaló que ya dejaron atrás las dos derrotas que sufrieron de manera consecutiva, ante Toluca y América, y sólo se concentran en vencer a los dirigidos por Óscar Pareja.
"Ya cambiamos de chip, no pensamos en lo que pasó el fin de semana, y ese cambio de chip también se ha transmitido a los más jóvenes, sabemos lo que significa estos partidos, los objetivos están claros, sabemos lo que nos jugamos que es muy importante en el año".
Comentó que en la oncena norteña hay autocrítica ante los malos resultados obtenidos en el torneo local, y señaló que el principal problema que les aqueja es la falta de contundencia.
"Hay partidos buenos y hay otros que no son tan buenos, es cierto que los resultados no nos acompañan, pero nosotros somos autocríticos y trabajamos porque las cosas mejoren tanto en lo colectivo como en lo individual, analizamos el trabajo de cada uno de nosotros para que mejoremos", confesó el veloz jugador.
Agregó que la unión que existe en el grupo es clave para salir del bache en el que se encuentran, lo que hoy puede dar un cambio determinante. "No hay mala cara por si juegan unos si y otros no, lo que queremos es que la institución le vaya bien, tener competencia interna nos ayuda a mejorar y esa mejora la tenemos que mostrar ante Orlando".