¿TE CONVIENE UNA CASA ‘VERDE’?
Para que una vivienda sustentable resulte una inversión rentable, hay ciertas cosas que es necesario saber.
Adquirir una vivienda sustentable todavía no es una decisión incorporada del todo en la mente de los consumidores mexicanos. Los clientes aún no están completamente convencidos de los beneficios que ofrece una vivienda verde. “Todavía hay que venderles la idea”, dice Verónica González Zavala, directora del despacho de arquitectura VGZ(A). Contar con más información podría ayudar al inversionista a tomar una decisión. La sustentabilidad de una vivienda está dada por su diseño, construcción y equipamiento, orientados al ahorro de agua, energía, accesibilidad e, incluso, seguridad. De ahí que, por lo general, su precio al público
es mayor hasta 25% que el de una vivienda tipo tradicional. La sustentabilidad también la dan las ‘tecnologías pasivas’, como la orientación, que, si es la correcta, maximiza la iluminación y la ventilación natural, así como una temperatura de confort. “La casa más inteligente es la que está bien emplazada en el sitio”, sostiene González. Éstas no implican un costo adicional y, sin embargo, junto con el equipamiento y la automatización contribuyen a una mayor plusvalía y a recuperar la inversión. Los ahorros que una vivienda verde generan en el consumo de luz, agua, gas y mantenimiento rondan 27% al año, según estimaciones de la Asociación de Bancos de México (ABM). Además, esos inmuebles pueden incrementar su plusvalía entre 10 y 20%, así como la velocidad con la que se vende, de acuerdo con Carlos Riva Palacio, director de Negocio de la desarrollada Quiero Casa. En México, el programa Ecocasa, administrado por la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), establece lineamientos para sistemas constructivos y de tecnologías activas que permiten una reducción de 20 a 40% de las emisiones de dióxido de carbono de las viviendas. Respecto de las tecnologías activas, González afirma que existen muy complejas y también muy sencillas para viviendas de interés social.
EN QUÉ FIJARSE
Una vivienda verde va más allá de tener focos ahorradores o inodoros de bajo consumo de agua. Para un consumo sostenible del agua, la tendencia es incorporar sistemas de captación de agua pluvial, ya sea para potabilización o reutilización en usos distintos al consumo humano. En el segmento residencial premium también se pueden incluir plantas potabilizadoras y de tratamiento, así como pozos de absorción para que los excedentes de agua pluvial se ‘inyecten’ al subsuelo en lugar de desecharlos por el drenaje. En el ámbito energético, para los usuarios de alto consumo (tarifa DAC igual o mayor a 500 kw/h al bimestre), la opción sería la instalación de paneles solares, cuya inversión se puede recuperar en cuatro o cinco años, si se considera que la inversión es de 0.75 pesos por kilowatt (kw) mientras que el costo con la CFE es de 5 pesos. Para viviendas con un consumo inferior a los 500 kw/h se puede optar por la colocación de tomas inteligentes de corriente, que, por medio de una app, se monitorea, de manera remota, el gasto energético y es posible desactivar aquellos contactos que no están en uso. “Un sistema de iluminación automatizado puede generar ahorros de hasta 50% en el consumo de energía eléctrica”, detalla Alex Fraind, fundador de Kleverness, desarrolladora de soluciones de automatización. Este tipo de soluciones no sólo brindan comodidad, también reducen la huella ecológica de la vivienda. En materia de financiamiento, Riva Palacio explica que el programa Hipoteca Verde premia estas ecotecnias implementadas por los desarrolladores con recursos adicionales para que los compradores puedan equipar mejor sus viviendas.