HAY VIDA MÁS ALLÁ DE LAS REFINERÍAS
Para el presidente electo, no todo son refinerías cuando se trata de materia energética. En su ‘Proyecto 18’, Andrés Manuel López Obrador también le da espacio a las energías limpias.
La energía hidroeléctrica es la única fuente renovable con una participación relevante en la generación eléctrica total de México, con 17% de capacidad instalada, frente al 5% de la eólica o el 0.62% de la solar, según cifras oficiales a mediados de 2017. Sin embargo, desde la entrada en vigor de la reforma energética, ha quedado ‘olvidada’ frente a los proyectos eólicos o solares, que viven un crecimiento acelerado. En esta situación, la apuesta del presidente electo Andrés Manuel López Obrador es, precisamente, revivir esta fuente limpia. El discurso energético de López Obrador se ha centrado en dos temas: la construcción de nuevas refinerías para reducir las importaciones de gasolinas de Estados Unidos y asegurar el autoabastecimiento de México, y la renovación de las centrales hidroeléctricas, así como la creación de otras ‘pequeñas y minis’, cuya inversión correrá a cargo de la iniciativa privada. El llamado Proyecto 18, que explica la propuesta de la próxima administración federal, estima que tan sólo de centrales hidroeléctricas se requerirán 112, que generarán 1,095 MW hacia 2024 y 2,620 MW en 2030, con una inversión de 6,309 millones de dólares entre 2020 y 2030. El plan estima que, para el año 2024, estas centrales permitirán un ahorro de 1,116 MDD, comparado con la generación de electricidad a partir de gas natural. De acuerdo con el Inventario Nacional de Energías Limpias, las centrales hidráulicas reducen las emisiones de dióxido de carbono y generan más energía con una baja capacidad instalada, lo que, al final, hace más eficientes las operaciones de las empresas que recurren a esa fuente renovable. Pero el plan de López Obrador no se limita al agua. Otras fuentes, como la eólica, biomasa, solar, nuclear y geotérmica, ya representan una tercera parte de la generación de energía limpia, y el próximo gobierno pretende, también, impulsar su crecimiento. En muchos casos, con la participación privada. “El tiempo de desarrollo de un proyecto hidroeléctrico es mayor que el de uno solar o eólico, y eso te da retornos de
LA ENERGÍA HIDROELÉCTRICA, LA SOLAR Y LA EÓLICA SERÁN PROTAGONISTAS DURANTE EL SEXENIO.
inversión distintos”, dice Diana Bermúdez directiva de The Nature Conservancy. Por ello, la clave será diversificar las fuentes renovables, para lo que el país tiene recursos de sobra. “Energía eólica, fotovoltaica, geotérmica... Yo diría que México es uno de los países con mayores recursos para la generación de energía limpia”, señala Ignacio Sánchez, director general de Fresh Energy Consulting. “Las inversiones son difíciles de calcular, pero el potencial de recursos es altísimo en las tres tecnologías. Estamos hablando de miles de megavoltios, pero lo que falta es un marco jurídico estable que permita el desarrollo de esos proyectos”. Pese al cambio de administración, la meta sigue siendo la misma que estableció la reforma energética: consumir el 35% de energía eléctrica de fuentes renovables para el año 2024. Para lograrlo, “lo primero que se tiene que hacer es un diagnóstico de la situación del sistema eléctrico del país, y, a partir de ahí, definir cuáles son las tecnologías más eficientes”, recomienda Casiopea Ramírez, socia de Fresh Energy Consulting. “Tenemos que considerar el costo-beneficio para cada una de las opciones, para satisafacer la demanda, que es creciente, y, en función de eso, asignar los recursos para las acciones que sean más viables”.
¿Y LA SOLAR Y LA EÓLICA?
El enfoque en renovar las hidroeléctricas no implica dejar atrás otras energías pujantes en los últimos años, especialmente, la solar y la eólica. Por territorio y clima, México tiene un sitio privilegiado para aprovechar la captación de energía solar. “En la administración de López Obrador hay un apoyo hacia la energía limpia y, en particular, a la solar. Esperamos que eso se materialice con nuevas subastas (licitaciones) que permitan que la energía solar siga desarrollándose, y que, además, permitan que la gente obtenga los precios más bajos”, dice Israel Hurtado, secretario ejecutivo de la Asociación Mexicana de Energía Solar (Asolmex). Los empresarios del sector no piden subsidios, pero sí que no les aumenten los aranceles, pues sería dar un paso atrás, añade Hurtado. Además, el proyecto del presidente electo planea aprovechar la energía eólica, hoy la segunda fuente limpia del país, que ya cuenta con 45 centrales, pero que aún tiene espacio para crecer. “Alemania, Estados Unidos, todo mundo nos envidia. México logró echar a andar las energías renovables sin subsidio alguno, y logró hacer un esquema donde pueden florecer esas empresas sin intervención gubernamental. Es brillante”, destaca Gonzalo Monroy, director general de la consultora GMEC. Para continuar con esta tendencia positiva, los analistas consultados piden no perder de vista que cada proyecto debe cuidar el aspecto social, para evitar que algunos se terminen frenando, como ha ocurrido en el pasado en zonas como Juchitán, Oaxaca. “El Proyecto de Nación trae unas ideas muy interesantes, pero, básicamente, inviables, muy desconectadas de la realidad. Está olvidando la licencia social, y una de las cosas que se hizo en la reforma de 2013 es que el gobierno o la empresa tienen que ver el impacto social, ambiental, y hacer consultas previas”, señala Monroy. “Cuando dicen que van a hacer las refinerías, tienen que hacer un proceso. No será tan sencillo”.