RAYMUNDO PIÑONES
DIRECTOR GENERAL DE LA ASOCIACIÓN MEXICANA DE EMPRESAS DE HIDROCARBUROS
Raymundo Piñones ya estaba pensando en regresar a los bosques de Dinamarca, donde le gustaba correr por las mañanas, cuando recibió una llamada que cambió su carrera. El ingeniero –con un máster en Ciencias Petroleras por la Heriot-watt University– trabajaba en la firma danesa Maersk Oil, donde ingresó en 2009 como especialista en pozos, para luego ascender a General Manager comercial en América Latina. Allí aprendió sobre los entretelones del sector en embarcaciones y plataformas petroleras del Mar del Norte y Qatar, y luego llegó a México para representar los intereses de la empresa en el país. Pero el sector seguía cerrado a la iniciativa privada, y bajo el monopolio de Pemex. “Ya estaba pensando en regresar a Dinamarca o a algún otro lugar con más actividad”, cuenta. Pero entonces se aprobó la reforma energética y todo cambió, incluido su futuro. “Fue cuando me llamaron de AMEXHI (la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos) para ser su empleado cero”, recuerda. Este organismo, que reúne a los principales inversionistas y operadores de petróleo y gas en México, da voz a empresas de extracción y producción de hidrocarburos de 19 países, como los gigantes Exxonmobil, Chevron, Shell, Total, BP y hasta Pemex.
NUEVOS CAMINOS
Antes de la creación de AMEXHI, no existía un grupo que representara a esta industria en el país, pero con la llegada de las licitaciones petroleras para las compañías privadas, éstas necesitaron una institución con el fin de llevar a la mesa de los reguladores y del gobierno la experiencia internacional de sus asociados. Y Piñones fue el elegido para liderarla. “Lo que hacemos es llevar lo mejor de México al mundo, y traer lo mejor del mundo a México, en nuestra industria”. La AMEXHI acaba de presentar su Agenda 2040, que plasma las aspiraciones de los integrantes de este nuevo mercado que ya va por su tercera ronda de licitaciones y suma cerca de 150,000 millones de dólares en inversiones comprometidas entre los 91 contratos adjudicados hasta el momento. “El núcleo de la agenda tiene cuatro principios rectores universales: constancia, transparencia, competencia en el sector y economía del conocimiento”, explica Piñones. Esta agenda defiende la continuidad de la reforma energética, pero falta ver si tras las elecciones presidenciales de este año, se continuará con este ritmo de licitaciones, pues Andrés Manuel López Obrador ha dicho que revisará la ley. “Hay dos corrientes en este momento: una apuesta por la continuidad, y otra, por detener y revisar. La AMEXHI hace propuestas para ver el nuevo modelo energético mexicano, y lo que quiere es certidumbre y transparencia”, dice Rubén Cruz, socio de la consultora KPMG. Pero Piñones cree que “nadie puede estar en contra” de los principios de su Agenda 2040, que en el fondo –destaca– busca revertir la caída de México como productor y exportador de petróleo en el mundo, de la mano de la iniciativa privada y de Pemex. Por ello, la AMEXHI se enfocará ahora en que los contratos para campos en tierra puedan detonar las mismas inversiones que las rondas en aguas someras y profundas, con el fin de explotar las zonas de shale oil y gas. “Eso nos va a llevar una buena parte de nuestro tiempo, y es necesario para México en el corto plazo”, dice.