JUANITA JIMÉNEZ
Es muy importante estimular la fantasía, los sueños en los niños y para el caso, nadie mejor que Francisco Gabilondo Soler lo hizo, por tal, les presentamos parte de su historia:
Lluvia de nombres:
Francisco Gabilondo Soler Cri-Cri, El Grillito Cantor Nació un 6 de octubre de 1907, en la ciudad de Orizaba, estado de Veracruz. Durante su niñez le gustaba leer los cuentos de Grimm, Andersen y Hauff. Leyendo las aventuras de los escritores Verne y Salgari, le da por soñar en viajes a mundos desconocidos.
Pero vayamos a lo mejor de su historia; Francisco Gabilondo Soler (Orizaba, Veracruz, 6 de octubre de 1907 - Texcoco, Estado de México, 14 de diciembre de 1990), también conocido por su nombre artístico Cri-Cri, fue un cantautor mexicano de música infantil, famoso por presentar durante muchos años un programa de radio enfocado a los niños, para el cual creó al personaje Cri Cri, el grillito cantor. Sus canciones son famosas en América Latina y han sido traducidas a distintos idiomas. Fue socio fundador de la Sociedad de Autores y Compositores de México.
Su infancia.
Hijo mayor de Emilia Soler Fernández, hija de catalán y malagueña y Tiburcio Gabilondo Goya, de origen vasco. Su nombre completo es José Francisco Gabilondo Soler, se crio hasta 1929 en su ciudad natal Orizaba, siendo esta ciudad típica de montaña, entre cerros, lluvia, bosques y manantiales. Creció muy alto y era aficionado a aprender; así aprendió todo lo que pudo, especialmente geografía, matemática, astronomía, cuentos y música. Estos dos últimos los aprendió mejor, de modo que los combinó en distintos tamaños y formas. Tanto se dedicó a eso que acabó trabajando de compositor. La escuela lo aburría por lo que solo cursó hasta el sexto grado de educación básica. Le gustaba leer las obras de Hans Christian Andersen, de Hauff, de Julio Verne y de Emilio Salgari.
Al terminar la primaria, continuó con una formación autodidacta, abarcando como temas las matemáticas, geografía, historia y literatura universal. Tomó un curso de linotipista en Nueva Orleáns en 1926 y otro de navegación celestial por correspondencia desde Maryland, Estados Unidos, pero sus grandes pasiones fueron la astronomía y en especial la música, por lo que llegó a dominar el piano, instrumento que tocaba con muy buen gusto.
Su juventud
Inició su carrera como compositor a finales de los años veinte, cuando aún vivía en su Orizaba natal. Compuso ritmos como tango, fox-trot y danzón, sus primeras obras desaparecieron por varias décadas, pero la Fundación Francisco Gabilondo Soler, Cri Cri, A.C., ha rescatado la totalidad de las obras creadas entre 1926 y 1930. Los temas rescatados son: “Amor internacional”, “Parece raro”, “Madrid”, “Consejos”, “Cita de amor” y “Los pistoleros”. Llegó a la ciudad de México en 1928 en busca de cumplir su sueño de estudiar. Ingresó al Observatorio Nacional como voluntario, pero lo dejó al poco tiempo por falta de recursos. Se casó muy joven, en mayo de 1927, casi terminando la adolescencia y por insistencia de Rosario Patiño Domínguez, su primera esposa, a la que conoció en Orizaba se instaló en la ciudad de México. Sus primeros hijos fueron Jorge Gabilondo Patiño y Diana Gabilondo Patiño, quienes fueron los primeros niños que conocieron la música del Grillito Cantor; Francisco Gabilondo observaba en sus ojos y sonrisas si las piezas compuestas por el eran de su agrado. Su hija Diana fue muy cercana a él. Aunque su mayor pasión fue siempre la astronomía (donó un telescopio al Observatorio Nacional), la música fue el camino que lo llevó al estrellato.
En la radio también incursionó con éxito y sigue su historia.