Lluvia, trabajo y clases
Durante estos primeros 35 días del 2024 Tijuana ha sido impactada por lluvias poco comunes en nuestra región.
Quienes hemos vivido prácticamente toda nuestra vida en Tijuana sabemos que estas lluvias han sido atípicas e impactan de manera importante el desarrollo normal de nuestra ciudad, afectando los trabajos, el tráfico, las escuelas y en general la vida cotidiana.
Sin embargo, las lluvias actuales nos obligan a hacer las siguientes reflexiones:
En prácticamente cualquier lugar del mundo estas lluvias no provocarían el caos social y de movilidad en nuestra ciudad.
Deja en descubierto y desnuda cruelmente nuestra realidad en materia de infraestructura y particularmente en la irresponsabilidad de los administradores de la ciudad en el mantenimiento de esta.
Falta de mantenimiento de desarenadores, ausencia de adecuados desagües pluviales, pésima calidad de materiales utilizados en el mantenimiento de calles (welcome, welcome baches), falta de diseño urbano, abuso de vías de comunicación por el transporte público y un sin número de etcéteras.
Los gobiernos, en más de una ocasión, han sido omisos en anunciar oportunamente estos fenómenos naturales en pleno siglo XXI cuando se cuenta con información oportuna y bastante precisa en este tema.
La decisión de suspender clases en el sistema escolar, si bien se entiende y en ocasiones es justificado, confirma lo señalado en los puntos anteriores.
El impacto que tendrán los estudiantes, con la ausencia de clases, afectará no solamente sus conocimientos y su nivel educativo sino su formación como personas.
Los gobiernos hacen un esfuerzo para mantener a los alumnos ocupados tomando clases “en línea”, sin embargo, más del 75% de los alumnos del sistema educativo público no cuenta con una computadora o internet.
Para los trabajadores que utilizan el sistema público de transporte para trasladarse a sus empleos se ve severamente afectado, confirmando de nueva cuenta las terribles debilidades de infraestructura en nuestra ciudad.
Los patrones debemos hacer un esfuerzo para entender esta importante circunstancia y ser empáticos con nuestros colaboradores cuando estos lleguen tarde a sus trabajos o de plano no asisten al mismo.
Finalmente los servicios de emergencia sin lugar a duda rebasan a las autoridades o instituciones que atienden llamadas de urgencia de la población.
Próximamente elegiremos regidores, diputados locales, diputados federales, senadores, alcaldes y presidente de la república; ¿qué les pediremos a quienes pretenden elegirse o reelegirse por nuestra ciudad?
Pensemos por un momento en la Tijuana del 2030, la cual está a escasos 6 años de hoy, sobra decir que si no mejoramos la infraestructura urbana de nuestra ciudad ya, Tijuana será cada vez más una ciudad difícil de habitar.