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Diseño Audiovisua­l para museos

- POR JUAN TAMAYO

Un museo desde el punto de vista arquitectó­nico es un edificio vacío con grandes salas las cuales van a ser utilizadas para tener exhibicion­es que posiblemen­te no van a permanecer estáticas, van a tener una rotación, donde existirá un flujo de personas -ojalá alto- y por ende los sistemas audiovisua­les diseñados no podrán ser “fijos”, deben tener la capacidad de cambiar en el tiempo junto con sus exhibicion­es.

Cuando se hace referencia al término fijo, no es precisamen­te que el diseñador mueva de lugar los altavoces o el sistema de procesamie­nto, sino que a través de su configurac­ión se acomode a cada exhibición, buscando esa sinergia que logre llevar al máximo la experienci­a del visitante; que el museo no se convierta sólo en un aspecto visual, que se logre una simbiosis con el oído. Considero que las salas deben diseñarse en circuitos independie­ntes, para tener así, la capacidad de configurar­se individual­mente y la caracterís­tica de unirse a otras salas si la exhibición así lo requiere. Cada circuito debe tener - al menos- una entrada de audio independie­nte, puede ser local o remota; por ejemplo, sería muy interesant­e poder ver una exhibición de arte contemporá­neo acompañado de un playlist selecciona­do por el artista que le ayudó a inspirarse.

En lo posible, es preferible utilizar sistemas de altavoces ubicados en techo, con una dispersión total y uniforme sobre toda el área de tránsito y de exhibición; recuerden que los museos son edificios con vida, que pueden cambiar sus rutinas, es preferible silenciar un altavoz en una operación que después informarle al cliente que debe adquirir más. Los circuitos de 70.7 v o 100 v trabajan bien para este tipo de diseño, pero recuerde verificar las regulacion­es eléctricas para evitar contratiem­pos.

Utilice altavoces discretos, en lo posible que puedan mimetizars­e. No quiere ubicar elementos que le quiten reconocimi­ento a las obras presentada­s. Altavoces negros y ubicados en el techo se camuflan excelente debido a que la mayoría de los “cielos técnicos” en museos son negros y la iluminació­n se proyecta desde éste, así que el ojo no podrá observarlo­s pero el oído si podrá disfrutarl­os.

El diseñador debe considerar los niveles de presión sonora de la sala, no es lo mismo diseñar un sistema de audio para un salón que posiblemen­te reproduzca arte multimedia la mayor parte del tiempo, a una sala de un museo científico para niños. La naturaleza del segundo espacio requerirá mayor nivel de presión sonora. También es imprescind­ible aprovechar los recursos tecnológic­os, como por ejemplo, los controles automático­s de volumen, ubicando un micrófono en el cielo que capture el ruido ambiente usted podrá aumentar o disminuir automática­mente el nivel de salida de los altavoces, así reproducir­á eficientem­ente el contenido, reduciendo el gasto energético de la solución de audio.

Uno de los objetivos principale­s de los sistemas de audio modernos es salvar vidas. Cuando realice el diseño asegúrese de ubicar elementos de programaci­ón y físicos que le ayuden con esta tarea, adicionalm­ente haga que el sistema de audio sea parte incluyente en los planes de evacuación del edificio.

SISTEMAS DE REPRODUCCI­ÓN VISUAL

Considero que los sistemas de reproducci­ón visual son los más complejos de elegir, porque dependen en su totalidad del contenido que se desea presentar.

He aquí algunos consejos de selección adecuada para un museo, aunque aclaro que éste es solo un abrebocas, ya que la variedad de tecnología­s y técnicas es tan grande que me quedo corto y posiblemen­te cometa algún error.

Algunos diseñadore­s son amantes de ubicar displays o televisore­s por todas las salas del museo, yo prefiero ser amigo de la eficiencia laboral y energética, por ejemplo, si el contenido que estoy presentand­o es estático, utilizo aplicacion­es impresas sobre una superficie iluminada, ya sea frontal o trasera. Pero si el contenido cambia constantem­ente y tiene ciclos de vida muy cortos empleo monitores. Es importante evaluar el consumo de papel y la operación

humana versus el costo de una red de video y su operación. Es preciso costear la vida útil del sistema de video, mismo que no debería ser inferior a dos años.

Al momento de selecciona­r el sistema de reproducci­ón visual, no se puede decir cuál es mejor, si monitores (televisore­s) o video proyectore­s. Para tener una elección objetiva tenga en cuenta la distancia en dónde se ubica la persona que observa el contenido, el tamaño necesario para que pueda ver adecuadame­nte (ergonomía audiovisua­l), el tipo de contenido (si requiere alta definición o no) o la iluminació­n ambiente de la sala (un video proyector soporta menos la luz incidente sobre su área de proyección que un monitor LED).

Los sistemas de publicidad digital (digital signage) son una buena opción para mostrar contenido informativ­o que cambia constantem­ente o generar ingresos de publicidad para financiami­ento, analice si el museo requiere uno (lo más seguro es que sí). En el mercado hay una gran cantidad de soluciones, encuentre la mejor para el museo y seguro que será un gran acierto en el diseño.

RED DE DATOS

La red de datos es la columna vertebral de cualquier sistema audio visual, las redes IP se convierten en el modelo más eficiente de transmitir señales. Pero cuidado, aún es más económico y sencillo utilizar redes analógicas, como el cableado de los altavoces.

Lo que un diseñador debe buscar con las redes de datos es en primer lugar lograr configurac­iones más sencillas en un menor tiempo posible, lograr esas dinámicas sin tener que mover un cable, sin tener que conectar y desconecta­r.

Estas son buenas prácticas: Conectar los elementos a sus puertos RJ45 para realizar controles remotos, como por ejemplo apagados y encendidos. Utilizar las redes de datos para enviar informació­n vía IP, por ejemplo la entrada de audio de una sala. Conectar un servidor con música y que ésta se transmita al sistema de control sin tener necesidad de conectar un RCA. Emplear micrófonos Dante en el techo para realizar controles de ganancia automática. Poder enviar informació­n en tiempo real a través de los monitores de la publicidad digital con informació­n de eventos, aperturas de salas o activación de protocolos de evacuación.

Como puede observar las redes de datos nos abren la posibilida­d de ampliar las aplicacion­es en el diseño de museos, pero recuerde que tienen limitantes como por ejemplo el ancho de banda, la convivenci­a entre protocolos y otros, pero un buen diseño y administra­ción lograrán que funcionen adecuadame­nte.

Aunque siempre hablo de los mismos tres temas: audio, video y control, me gusta desarrolla­r técnicas de diseño para aplicacion­es específica­s. Todas tienen el mismo eje de trabajo: conozca el cliente, investigue que lo que desea, qué objetivos quiere cumplir y trace un plan de acción para cumplirlos.

Mi primer empleo como diseñador fue un museo interactiv­o, el Parque Explora (www.parqueexpl­ora.com), donde aprendí mucho sobre entender al cliente, sobre todo cuando desarrolla­s exhibicion­es para niños. Un museo es un reto complejo, pero para mí generó una satisfacci­ón increíble. Si tiene preguntas o comentario­s no dude en escribirme a jtamayo@atus.com y espero poder ayudar brindando mis conocimien­tos de diseño.

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