Control de fugas
El calor hace mella, estamos muy cercanos a la llegada del verano y la época de intensas lluvias. Y así como el agua es vida, la mala infraestructura para conducirla, almacenarla, procesarla y consumirla se convierte en pesadilla.
Sin tener que ser adivino, es obvio que vendrán inundaciones en pueblos y ciudades, encharcamientos de drama en calles y avenidas. Y entonces las autoridades se dedicarán a destapar drenajes y coladeras, a reacomodar el curso de los ríos y le echarán la culpa de las desgracias a la fuerza de la naturaleza.
El asunto tiene que ver con la corrupción, la ignorancia y el despilfarro de recursos. Pocos gobernantes trabajan en invierno (sequía y estiaje) para desasolvar tuberías. La prevención hacia la población vulnerable es mínima. Y como cada año vendrán desgracias que lamentar.
Acotando el tema hacia nuestra industria. ¿Qué tanto estamos aprendiendo sobre gestión y recuperación de aguas grises? Por supuesto que hay empresas dedicadas específicamente al tema, pero los instaladores podrían integrar esto con los sistemas de control y automatización.
Lo mismo con el tema de fugas de agua que suelen ser un dolor de cabeza y que muchas veces suceden cuando los habitantes de una residencia o de un edificio se encuentran fuera. Hoy día, ya es posible instalar sensores o beacons que detecten fugas y corten de manera automática el suministro del liquido, cerrando válvulas y haciendo notificaciones inmediatas al encargado de mantenimiento y al propietario de la vivienda o al administrador del edificio. Esto se refleja en las pantallas táctiles de automatización o incluso en las apps de los smartphones.
El agua se convertirá en tema preponderante y tenemos que ir aprendiendo sobre su aprovechamiento, monitoreo y gestión dentro de nuestros espacios habitables. Hoy día la tecnología permite la integración entre la electrónica y demás procesos de control con el curso del agua.
Sin lugar a dudas, un nuevo tema por aprender.