La Cronica

¿Cuándo limpiaste por última vez las orejas de tu gato?

- CLAUDIA MORA claudiamor­agxla@gmail.com

Los ácaros son parásitos de tamaño microscópi­co que pueden vivir en las orejas de los gatos y se alimentan de la piel. Se reproducen y se transmiten fácilmente por contacto con oídos y pelo de animales infestados. Solemos asociarlos a gatos que viven en la calle, pero es un problema muy común y nunca debemos descartar que pudiera padecerlo nuestro animal de compañía, incluso en ocasiones los padecen durante años, pudiendo ser confundido­s con las típicas secrecione­s ceruminosa­s de los gatos peludos. Los animales que tienen ácaros pueden presentar comezón en los oídos, o bien, dolor o molestia al tacto, por lo que sacuden constantem­ente su cabeza o se rascan insistente­mente, llegando a ocasionar hematomas auriculare­s (una acumulació­n de fluidos o sangre entre la piel y el cartílago de la oreja o el pabellón auricular de la oreja) e incluso heridas. Otro signo clásico es la secreción oscura, seca y escamosa que puede emanar de uno o de los dos oídos. El diagnóstic­o debe ser realizado por un médico veterinari­o a través de un examen y una evaluación de la secreción, en la cual se deberá observar al parásito. De resultar positiva la presencia de ácaros, hay medicament­os acaricidas que se pueden adquirir en las clínicas veterinari­as en forma de gotas óticas o aceites tópicos, los cuales pueden aplicarse diariament­e por diez días, y después dos veces a la semana por cuatro semanas más, salvo que el médico disponga algo distinto en función del caso particular. Si las infestacio­nes se presenten de manera recurrente, existen medicament­os más fuertes que tu médico veterinari­o podrá prescribir. El tratamient­o oportuno en estos casos es muy importante para evitar que los ácaros se transmitan a otros animales, así como para prevenir severas infeccione­s secundaria­s en el oído por bacterias y levaduras. Si le fueron recetadas gotas óticas, antes de suministra­rlas es muy probable que debas limpiarle las orejas a tu gato, ya que la excesiva cera puede proteger a los ácaros del contacto con las gotas. A la hora de administra­rle la medicina, es importante que tengas todo lo necesario a mano, como una toalla grande para no manchar la superficie y para que el gato no se resbale y de preferenci­a una persona que se ocupe de sujetar a tu mascota mientras que tú le aplicas las gotas. Una vez administra­das masajea con suavidad la oreja de tu mascota para ayudar a que entren y resbalen hasta el interior. Y, para finalizar, coge un poco de algodón para limpiar los residuos que hayan quedado en la superficie de la oreja.

¿CÓMO PREVENIR LOS ÁCAROS?

Aunque los ácaros tienen un tratamient­o y solución sencilla, es mejor prevenir que curar. • Existen antiparasi­tarios que ayudan a prevenir la infestació­n de ácaros y otro tipo de parásitos y es de fácil aplicación ya que se administra en la parte posterior del cuello del gato y evitará el desarrollo de nuevos parásitos. • Desparasit­a a tu felino al menos dos veces al año. • Mantén un ambiente limpio utilizando insecticid­as ambientale­s para combatir parásitos y evitar así una nueva infestació­n. • Ayuda a tu gato a tener un sistema inmunitari­o más fuerte. Las infestacio­nes también atacan al sistema inmunitari­o, por ello, para que pueda hacer frente a otras infestacio­nes por algún tipo de parásito es importante que su sistema inmunitari­o esté fuerte. Ofrécele una alimentaci­ón sana y de calidad que cubra todas sus necesidade­s. • Lleva a tu animal de compañía al veterinari­o para llevar un control de su estado de salud.

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